Esta es una historia que narra el origen del peyote, una planta sagrada para los huicholes o wixárikas, una etnia indígena de México que se niega a desaparecer.
A través del tiempo diversos pueblos indígenas han hecho uso de las plantas sagradas para acceder al eje del mundo, que es el punto de conexión entre el mundo espiritual y terrestre y este es uno de los casos del peyote hikuri, una planta del tipo de las cactáceas que es consumida con fines rituales.
Esta es la leyenda: cuentan los ancianos que una antigua tradición trasmitida oralmente de generación en generación afirma que los huicholes sufrían de hambre, sed, enfermedad y sequía. Los venerables longevos decidieron enviar a cuatro jóvenes a cazar algo de comida para toda la comunidad.
Los jóvenes representaban los cuatro elementos, ellos son: fuego, agua, aire y tierra.
Al despuntar el alba, los muchachos salieron entusiasmados con sus arcos y flechas y con sus mejores deseos para ayudar a su pueblo, caminaron durante días sin encontrar nada, ya se encontraban cansados y desesperados cuando una tarde, vieron un hermoso y robusto venado saltar entre las flores.
Se lanzaron tras él, pero el animal era muy veloz y astuto. El venado sintió compasión por los jóvenes, y les permitió descansar después de una larga persecución, al día siguiente se les volvió a aparecer y los guio hacia el desierto de Wirikuta, el lugar sagrado de los huicholes en San Luis Potosí.
Cuando se encontraron cerca del cerro de las narices, el venado se arrojó hacia el lugar donde habita el espíritu de la tierra y allí, se escondió entre los peyotes, unos cactus que crecían en el suelo.
Uno de los moceríos disparó una flecha, pensando que había dado en el blanco, pero al acercarse vio que había atravesado un peyote con forma de venado y al acercarse brillaba de un color azul brillante, como las esmeraldas bajo el sol. Los jóvenes cortaron los peyotes y regresaron a su pueblo.
Al llegar, contaron su aventura, y les entregaron las plantas. Los ancianos repartieron los peyotes entre la gente, y les dijeron que los comieran. Al hacerlo, los huicholes sintieron que se saciaban su hambre y su sed, y además se curaban sus males.
También sintieron que se conectaban con el espíritu ancestral del venado azul y del peyote, que les enseñaba los secretos del mundo.
Desde entonces, los huicholes veneran al peyote como un maestro espiritual, y al venado como su guía y protector. Cada año, los huicholes realizan una peregrinación a Wirikuta, para buscar al venado azul y al peyote, y para agradecerles sus dones otorgados.
Los huicholes consideran al peyote como su alimento sagrado, y al venado como su hermano mayor. Esta leyenda explica la relación profunda y ancestral que los huicholes tienen con el venado y la planta sagrada del peyote, y su cosmovisión basada en el respeto y la armonía con la naturaleza.
La sustancia activa del peyote es la mezcalina, un alcaloide que tiene propiedades alucinógenas por lo que la posesión y trasporte del peyote es ilegal para quienes no perteneces a los huicholes, etnia wixárika.
Espero que te haya gustado esta leyenda, y que te haya inspirado a conocer más sobre el folclore y la cultura indígena de nuestro querido México. Déjanos por favor tus comentarios.
Redacción:
Lic. Manuel Marroquín Tamez, “Marroco”. 22/01/2024
Bibliografía:
La leyenda huichola del venado azul – México Desconocido (mexicodesconocido.com.mx)
