Una joven describe que dentro de su parálisis de sueño era atacada sexualmente por un ser que no es de este mundo, aunque la historia cuenta que desde la antigüedad hay reportes de que existen demonios sexuales llamados íncubos y súcubos que te violan mientras duermes.
Mujeres y hombres de distintas culturas aseguran haber sido víctimas de ataques sexuales por parte de entidades invisibles y paranormales mientras duermen y estos ataques, aunque parecen inverosímiles e increíbles siguen pasando en nuestros días, en pleno siglo XXI.
Ante nuestro grupo de Mitos y Leyendas llegó un caso de este tipo de agresión sexual paranormal, la mujer quiso quedar en el anonimato por razones obvias.
Tuve una experiencia con una parálisis de sueño
En su historia ella nos cuenta: “Tuve una experiencia con una parálisis de sueño.
Hace dos años que salí del país y no me ha vuelto a pasar. Todo comenzó una noche en la que estaba dormida, era la madrugada, y vi a una señora que me miraba y me sonreía”.
“Veía que no tocaba el piso, pero yo escuchaba gatos y la señora sólo me miraba y se reía. Empecé a orar en mi mente y así fue como desperté. Después, la empecé a ver muy poco, pero despierta”.
Cabe recordar que las entidades demoniacas que aparecen en las noches en forma de visiones, sueños o pesadillas tienen un aspecto humano o humanoide con la diferencia de que tienen los ojos rojos, que emanan una extraña energía. Se posan sobre sus víctimas con la intención de tener relaciones y tienen la característica que siguen estando presentes después de despertar.
Continuemos con la historia, la joven nos dice que: “Luego, me empezó a dar parálisis de sueño seguido, pero veía a un hombre que, a la vez, parecía mujer, es decir, no sabía diferenciar su sexo porque veía todo oscuro con la luz apagada. Era como si estuviera despierta, pero no me podía mover. Después soñaba que tenía relaciones, pero no sabía con quién”.
Sólo quería que ya la dejara en paz
“Al amanecer, cuando despertaba, estaba mojada con arañazos y dolores en el cuerpo. Ya me daba tan seguido que no quería dormir por miedo, y le decía a mi abuela que iba a dormir en su habitación porque sólo en mi habitación me pasaba eso. Ya me daba mucho miedo”.
Un día la joven se armó de valor y se dijo a sí misma que si veía al hombre cuando durmiera lo iba a enfrentar, porque ya estaba cansada de todo lo que le hacía, sólo quería que ya la dejara en paz.
“Esa noche me quedé dormida y a las horas de la madrugada sentía que me miraban. Me hice la dormida para que él no viera que yo estaba despierta, pero él ya sabía que lo estaba mirando, así que se me subió encima y me estaba ahogando. Sentía que no podía respirar ni moverme, no podía hacer nada, sólo conseguía decir en mi mente -La sangre de Cristo tiene poder-, la repetí muchas veces, hasta que se me quitó de encima y me quitó la cobija con la que me arropaba. En ese momento me desperté y la cobija estaba tirada, donde él la había dejado”.
“Al siguiente día salí del país y gracias a Dios ya no me ha vuelto a pasar, porque eso estaba en la casa donde vivía. Pero lo que sí sé es que cada vez que decía -La sangre de Cristo tiene poder-, ya podía despertar, aunque cuando despertaba aún no sabía si estaba despierta o dormida. Sentía que estaba en otro mundo y quedaba muy cansada. Lloraba porque ya no quería que me pasara, no sabía qué hacer, y no me prestaban atención cuando lo contaba. Hasta ahora que una amiga se mudó a mi casa y le pasó lo mismo en mi habitación, y se tuvo que ir también porque no la dejaba dormir el mismo espíritu.»
El íncubo es un demonio masculino
Ya desde la edad media, la creencia y mitología popular europea se decía que el íncubo es un demonio masculino que se supone se posa encima de su víctima que se encuentra dormida para poseerla, generalmente eran mujeres pero también hubo casos sobre posesión de hombres, se decía que si la mujer quedaba embarazada podía dar a luz a niños deformes, de fácil control por parte del mal o podían tener habilidades especiales para la magia.
Según cuenta una leyenda medieval que el mago Merlín fue fruto de un íncubo y una prostituta, aunque hay otra versión en donde se dice que la madre fue una monja que fue seducida por un demonio, aunque otra historia menciona que la progenitora fue una célibe princesa, hija de un rey menor de Gales, sea quien haya sido su madre, Merlín se hizo una leyenda.
Por otra parte, según las leyendas medievales occidentales, el súcubo es un demonio que adopta la bella forma de una mujer que se “reposa debajo”, para seducir a los hombres, sobre todo, dicen que se les presenta a los monjes en sus sueños para tentarlos al mal y tener relaciones íntimas con ellos, se cree que de esta manera, absorben la energía del varón para ellos revitalizarse y por lo general llegan al punto de dejarlo agotado y en algunos casos, si no se deshacían de ellos los llevaban hasta la misma muerte.
¿A ti te ha pasado alguna vez o conoces a algún amigo o amiga que le haya pasado?
Cuéntanos su historia.
Bibliografía:
Relato anónimo de mujer.
Incubos y Sucubos: Ataques Sexuales Paranormales | CODIGO OCULTO
Íncubo – Wikipedia, la enciclopedia libre
Súcubo – Wikipedia, la enciclopedia libre