Este anuncio te conecta a nuestra afiliación en Mercado LibreVarios millones de niños son contratados para trabajar en Paquistán y algunos de sus empleadores los tratan de manera inhumana, peor que animales, llegando incluso al ataque sexual, a los golpes y hasta la misma muerte, este fue el caso de Uzma, una jovencita que volvió del más allá para descubrir a su asesino.
La joven de 16 años de edad de edad y de nombre Uzma a la que contrataron como empleada doméstica y su patrón quien se creía su dueño, le dio un espacio en el baño para dormir, no le daba suficiente comida y la tenía secuestrada.
Un día, la terrible hambre que padecía le hizo dar una mordida a la comida de la hija del patrón y esta acción enfureció de tal manera a los locos empleadores que la apuñalaron con una barra de acero en la cabeza, dándole varios golpes y en lugar de ayudarla y llevarla al hospital, le empezaron a dar descargas eléctricas mientras ellos se reían de sus estúpidas acciones.
La joven quien ya padecía desnutrición severa, gritó, suplicó hasta que murió a consecuencia de las heridas causadas, para liberarse del cuerpo el malvado jefe encontró una solución macabra, la metió en una maleta y la arrojó a un desagüe profundo, a una alcantarilla.
Por si esto fuera poco llamaron a la policía acusaron a la joven Uzma de haber huido después de haberles robado dinero y joyas, cuando la policía llegó al lugar para investigar, uno de ellos se sintió observado, tenía una sensación extraña, vio una sombra meterse al baño, no les cuadraba la historia y empezaron a sospechar.
Durante la noche el policía no podía dormir, miraba a la sombra que le decía que entrara al baño, a los días siguientes para continuar la investigación volvió a la casa y fue directo al baño y aunque lo habían limpiado, encontraron restos de sangre y al profundizar las averiguaciones encontraron la maleta con el cadáver de la chica a quienes los patrones se referían como “la criada”.
Cuando sacaron el cuerpo de la alcantarilla, ni sus padres pudieron reconocerla de tan golpeada que estaba, la cara la tenía llena de moretones y el pelo revuelto. Uzma había sido encontrada.
No tardaron mucho en dar con los responsables que resultó ser el mismo patrón que la acusó de robo y tuvo como cómplices a los miembros de su familia. Lo extraño fue que el policía ya no volvió a tener ese sueño, en su lugar vio a la joven Uzma que le sonrió, le dio las gracias y le dijo adiós.
“Ni siquiera los consideramos seres humanos a nuestros trabajadores domésticos” señaló la Arooma Shahazad, secretaria general del sindicato de trabajadores domésticos. Dijo también que en casos como el de Uzma denotan una falta de humanidad.
El caso aunque sucedió el 2019, tomó revuelo al tomarlo los medios de comunicación y varios programas televisivos de Pakistán en donde se exigió justicia para la joven y pedían la intervención de las autoridades ya que existen 8.5 millones de empleados domésticos en la entidad y muchos de ellos son niños que están expuestos a todo tipo de abusos, incluso sexuales y señalaron que el trabajo infantil es una cuestión tabú de la cultura patriarcal, junto a una rígida estructura de clases sociales, lo cual apaga rápidamente su voz y sus derechos laborales.
Esperamos que casos como éste no vuelvan a suceder, ya que no nada más aquí se ha cometido abusos, asesinatos y atrocidades como éstas, sino también en diferentes partes del mundo ya que el odio racial y de clase social no se ha extinguido y siguen sueltos muchos psicópatas en el planeta.
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Bibliografía:
Artículo: ¿Qué fotografía ha hecho que te hirviera la sangre? (Anjali Sharma).
