Mi abuelita me contaba que hay que bautizar rápido a los recién nacidos porque los persiguen las brujas y mientras lo haces hay que poner unas tijeras bajo la cama o cerca del bebé para protegerlo de sus ataques.
En una ocasión que fuimos al rancho me contaron esta historia que se ha pasado de boca en boca, tal vez algunos le han agregado y otros le han quitado, pero en esencia esta es la historia.
Un primo me contó que su tío cuando era tan solo un niño sus padres lo llevaron a visitar a unos parientes a un rancho cercano a Linares y ahí una bruja intentó llevárselo.
Cuando él estaba jugando, se dirigió al patio y ahí estaba un un cuarto viejo lleno tiliches. Al entrar estaba muy oscuro, solo entraban pequeños rayos de sol de entre las rendijas, siguió caminando viendo y agarrando las cosas ya que cuando eres niño tienes mucha curiosidad y cualquier cosa te sirve para jugar.
De repente empezó a escuchar el rechinido de una mecedora, algo le decía que se fuera inmediatamente de ahí, pero como dice el dicho: «la curiosidad mató al gato», se dirigió hacia el origen del sonido.
Al darle la vuelta a un viejo ropero se encontró con una anciana que se mecía en la vieja mecedora, quedó a un par de metros y notó que lo miraba fijamente a los ojos, le dijo “ven mi hijito soy tu abuela y quiero darte un abrazo y un besito”.
Pero él se asustó y le dijo tú no eres mi abuela, ella está con mi tía Carmen, la anciana al ver que no acudía a su llamado estiró sus manos huesudas y con largas uñas mal cortadas, queriendo agarrar al niño.
Pero este al retroceder y toparse con un buró se dio cuenta que había unas tijeras, se acordó que su abuelita le había dicho que servían para alejar a las brujas, las tomó y las puso en forma de cruz y le grito vete bruja en el nombre de Dios y en eso la anciana da un salto y se para sobre la mecedora y empieza a deformarse y que se convierte en un guajolote y sale aleteando por una ventana y el niño asustado hasta la madre también lo hace pero corriendo para el otro lado.
Al escuchar los gritos, los parientes se apresuraron a encontrar al niño y aunque éste estaba temblando y apenas le salía la voz les dijo que por la ventana salió volando la bruja, y fueron todos a buscarla, pero ya no encontraron nada.
En muchos lugares del mundo es conocido y se toma por cierto el mito de que las brujas buscan llevarse a los niños, algunos dicen que para devorarlos, otros que para usarlos en sus hechizos, para mantenerse eternamente jóvenes o incluso, para tomarlos como sus discípulos y enseñarles las artes oscuras de la magia negra.
Sea como sea, durante siglos han causado temor en los padres de que alguna bruja haga su blanco a algún miembro de su familia, para esto, por supuesto, algunas de las culturas crearon amuletos que, según las algunas tradiciones, los ayudan a proteger a los bebes y niños pequeños.
Veamos de que se trata esta tradición de protegerse de las brujas y veamos ¿Cómo se usan las tijeras y por qué?
Según la tradición, las tijeras deben posicionarse o bien abajo de la cama a la altura de la cabeza, en la pared o bien bajo la almohada del pequeño a proteger, deben de estar abiertas, en forma de cruz, cuidando que no vallan a dañar al infante.
Pero aunque no me lo creas, este amuleto no tiene un origen religioso, sino que proviene, más bien, de las tradiciones de las culturas paganas, ya que las tijeras simbolizan un par de espadas desenvainadas en lucha, las cuales, se creía en la antigüedad que luchaba en contra de las brujas y de cualquier tipo de mal.
Puedes creer en las tradiciones o no, lo cierto es historias de brujas hay en todos los tiempos y alrededor del mundo y mientras son peras o manzanas es mejor cuidar a nuestros bebes bautizándolos, poniéndoles amuletos o echándoles agua bendita en su cabeza mencionando su nombre y pidiendo a Dios que lo proteja de cualquier mal, pero como siempre usted amable lector tiene la última palabra. Déjenos sus comentarios.