¿Hasta cuándo te darás cuenta de lo errado de tu vida? Siempre preocupado, taciturno y cabizbajo.
¿Hasta cuándo voltearás los ojos hacia lo realmente importante? Porque estás empecinado en resolver problemas, en el trabajo como burro, perdón por esa expresión para ti y perdón de ese animal sirviendo de comparación, a costa de tu paz y de tu tranquilidad tan olvidadas.
Pero no quiero echarte la culpa solo a ti, porque así es como desde tu niñez has sido programado, así es como te lo están marcando los estándares obsoletos, de una sociedad tan confundida y tan errada en sus principios.
Hemos heredado esos patrones conductuales desde nuestros entornos familiares, y por ende no se nos están permitidas rebeldías, hacía esos comportamientos calificados como correctos, por los expertos catadores de los dizque verdaderos triunfos en la vida.
El capitalismo nos ha convertido en seres individuales, luchando por obtener bienes, propiedades y dinero, porque según ese sistema económico y social, es lo que más conviene, para convertirte en un guerrero incansable, quien debe de luchar para triunfar en la vida, volviéndote un experto en tus finanzas personales.
Y a mayor cantidad de bienes y propiedades, entonces eres considerado una persona exitosa, y se te otorga el reconocimiento justo por tus esfuerzos para lograrlo.
Esa unidad de medida para valorarte como exitoso o como un fracasado, no me parece justa, porque muchos a base de fraudes, delincuencia organizada y dinero mal habido han obtenido sus riquezas. He ahí la incongruencia de esa teoría falsa e irónica.
Y entonces existen los ricos y los pobres, solo esas dos clases sociales persisten, la clase media se ha extinguido porque ya no tiene cabida, al volver a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, por las economías tan disparejas en el mundo.
Vayámonos hasta las empresas en la iniciativa privada, donde te obligan a trabajar con jornadas extenuantes, pidiéndote cuotas de ventas diarias y mensuales, y si no logras obtenerlas, entonces te quitan hasta tus descansos.
Imaginémonos como se encuentran esos trabajadores, desde los gerentes hasta los vendedores, trabajando en esas tiendas de conveniencia
¿Cómo es la vida personal de esas personas al momento de llegar a sus hogares?
Los cuales no tienen tiempo para convivir con sus familias, porque se encuentran realmente agobiados, por esas políticas de la empresa, tan deshumanizadas y solo tratando de obtener la mayor cantidad de ganancias para sus dueños.
Pero ahí siguen muchos en esas empresas porque les pagan muy bien, y eso en cierta medida les provoca felicidad sobre todo en los días de pago, pero solo es un escape para su labor tan estresante y martirizante.
Aunque ese dinero se les esfuma porque siempre andan gastando de más, viven fuera del presupuesto, y de esa manera se vuelven sus vidas un círculo vicioso, conformista y demoledor.
Debes de buscarte un trabajo donde te paguen lo justo, y no te exijan más allá de lo normal, porque como seres humanos necesitamos un trato fraterno, porque no somos sus esclavos, y que además puedas estar tranquilo y relajado para poder convivir con tu familia, de una manera armónica y llena de valores y principios de plusvalía, algo excelso.
Es difícil conseguir esos trabajos, pues sí lo entiendo, pero recuerda que nada es más importante que tu tranquilidad, y el disfrute de las personas que quieres y que te quieren.
Desde mi pluma motivadora y gratificante, amigo lector. Te deseo una larga vida con mucha sinceridad y afecto, cuídate y busca siempre lo excelso, lo divino y lo trascendental. Tu amigo de hoy, mañana y siempre Jesús Ocksafardi.
Sin duda alguna, un tema interesante,amigo
Muchas gracias amigo agradezco tu comentario, aquí andamos dejando correr nuestra pluma
Pues si andamos muchas veces queriendo triunfar por el aspecto económico y nos olvidamos de hacerlo en estar bien con nosotros mismos y con nuestros seres queridos, gracias por tu comentario amigo Edgar, saludos