Un grupo de peones cruzaba el Cerro de los 3 picachos, cuando se vino de repente una tormenta y entonces horrorizados vieron que una figura negra y enorme brincaba de un pico a otro, causando truenos y relámpagos en cada brinco que daba, algunos afirman que se reía a carcajadas.
Esta es una historia que se cuenta de boca en boca en el municipio de Abasolo, en el estado de Guanajuato, México. Y cada año el pueblo se junta en el cerro para celebrar que vencieron al diablo.
Según esta leyenda, fue en el año de 1933, cuando un grupo de peones que trabajaban en el campo, solían atravesar el cerro conocido como “El Cerro de los Tres Picachos”, ya que tenía tres elevaciones que parecían separarse en el aire.
Vieron con horror cómo una figura negra y enorme saltaba sin esfuerzo
Cuentan que un día, cuando iban de regreso a sus casas, se desató una fuerte tormenta que los obligó a refugiarse. Fue entonces cuando vieron con horror cómo una figura negra y enorme saltaba sin esfuerzo de un picacho a otro, causando relámpagos y truenos con cada uno de los brinco. Los peones pensaron que era el mismísimo diablo y huyeron despavoridos al pueblo.
Al llegar, le contaron al cura del pueblo sobre los hechos, lo que habían visto y le pidieron ayuda. El cura, que se llamaba don Efrén Uricho, les dijo que al día siguiente irían al cerro a ver qué pasaba.
El cura mandó a hacer dos cruces de madera
Al otro día, el cura y los peones subieron al cerro y se dieron cuenta de que la distancia entre los picachos era imposible de saltar por un humano. Entonces, el cura tuvo una idea: mandó a hacer dos cruces de madera y las colocó en cada picacho, bendiciéndolas y rezando para alejar al maligno.
Al momento de hacer esto, se escuchó un gran estruendo y se desprendieron unas rocas del cerro, que cayeron al valle formando un arroyo. Desde ese día, la gente dejó de ver al hombre de negro que saltaba entre los picos del cerro y la tormenta que todavía seguía se calmó.
El cerro pasó a llamarse «el brinco del diablo» y se convirtió en un lugar de paseo y recreación para los habitantes de Abasolo. Cada 14 de septiembre, la gente sube al cerro a celebrar el día de la Santa Cruz y a recordar la leyenda del brinco del diablo. Se reúnen para comer, beber y contar historias de fantasmas y leyendas.
Esta es la leyenda del brinco del diablo, una historia de Terror y fe, en donde la gente se reúne para celebrar la Santa Cruz que alejó al maligno del cerro.
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