Un fantasma puede tomar un taxi y pasearse en él, tal parece que sí y aunque no es muy común si ha sucedido en diferentes ocasiones en diferentes lugares de América Latina, tal es el caso de la siguiente historia que nos compartió Jorge Carbajal.
Aunque no le sucedió a él directamente, si le pasó a un familiar muy cercano, a su tío Raúl quién tenía poco tiempo trabajando como taxista en el momento en que ocurrieron los hechos de la vista de este fantasma, la historia sucedió en el barrio de Laureano Gómez, al oriente de Cali, Colombia cuando un hombre de aproximadamente 50 años de edad requirió de sus servicios.
El señor quien tenía un aspecto lúgubre y una mirada triste le pidió que lo llevará al panteón y luego lo regresara al mismo lugar de donde lo había levantado.
Durante el recorrido le habló de muchos misterios de la vida, le dijo que cuando las personas se mueren su espíritu se va detrás de la persona que más quería en vida para protegerla y guiarla por qué en el mundo espiritual se mueven “influencias muy fuertes”.
Después del recorrido y de haber estado 45 minutos dentro del cementerio regresaron a la casa del señor… “mi tío le dijo el valor de la carrera y el señor le respondió que en el interior de la vivienda estaba el dinero de manera que se bajó del taxi e ingreso a la vivienda”.
Pasaron más de 15 minutos y como no salían a pagar la carrera, “mi tío decidió ir a buscarlo, cuando se acercó a la puerta de la casa, una anciana estaba sentada sola en un sillón de la sala y le preguntó por el señor que hacía unos minutos ingresó a la casa y ella le responde que ella vivía sola”.
Mi tío insistió en que el vio entrar al señor a esa casa, mientras él hablaba vio que en uno de los cuadros de las fotos que estaban colgadas en la pared lo reconoció y le dijo ese es el hombre que yo transporte en mi taxi y la señora le responde con asombro
-eso no puede ser- ese era mi único hijo pero el ya murió hace 5 años y tengo los documentos de defunción de manera que le pido que se retiré por qué es muy ofensivo de su parte.
El taxista tuvo que retirarse sin haber cobrado su carrera y con la duda de si su cliente de verdad era un fantasma que había muerto hace varios años, un escalofrió recorrió su cuerpo y noto que toda su piel estaba erizada, tenía los pelos de punta.
“Desde entonces mi tío ha tenido que someterse a varios tratamientos psicológicos y el sigue insistiendo en que las personas siguen operando después de la muerte”.
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