Esta madrugada hubo un accidente muy fuerte en nuestra ciudad. Un automóvil chocó y murieron unos jóvenes. Muy lamentable en verdad.
Dos de los jóvenes que murieron en este accidente son unos hermanos, contemporáneos y relacionados con el grupo de amigos y conocidos de mis hijos. Eso me impacta, se me hace un nudo en la garganta tan sólo de pensar en la madre de ellos, en sus familiares, en sus amigos más cercanos.
No puedo dimensionar el dolor que deben estar pasando. No puedo entender cómo podrán soportarlo. Al saber la noticia, yo que soy ajena a ellos, sentí el corazón estrujado… No puedo (ni quiero) imaginar cómo una madre puede sobrellevarlo.
Del dolor a la indignación.
La noticia se está haciendo viral. Fue un accidente tan terrible que no para de circular. Pero lo más terrible es la manera en que algunas personas se atreven a comentar sin una pizca de respeto, sin la menor empatía, y algunos, hasta con cierta maldad.
En las redes sociales, hay reacciones y mensajes de amigos y familiares de los jóvenes fallecidos en este accidente. Mensajes y comentarios llenos de dolor, incredulidad, sorpresa y, sobretodo, respeto y mucho amor.
Sin embargo, hay también muchos comentarios llenos de soberbia, en donde se atreven a juzgar y calificar las razones que llevaron a estos jóvenes a ese desenlace fatal.
Al ver los comentarios tan insensibles y tan llenos de maldad, mi corazón se indigna. Leer a otros jóvenes burlándose creyendo que son chistosos o ingeniosos. Leer a otras mujeres que también son madres, criticando y señalando culpables sin ninguna piedad. ¡Carajo! ¡No es posible! ¿Cómo se atreven a opinar con tanta crueldad?
¿Y si en vez de ser jueces fueran los protagonistas?
A esas personas que opinan y comentan sin respeto ni empatía, actuando como jueces de las vidas que se perdieron esta madrugada en ese accidente fatal, les dejo una pregunta para reflexionar:
Si fueras tú el protagonista de una situación similar… ¿Es ese el mensaje que debería recibir tu mamá?
(QEPD N. y S.)
