Aventó la chamarra al piso y yo corrí a colgarme de su cuello por fin, seguido de un apasionado beso claro, ya no tuve que escuchar nada de su boca y mi pijama ya no estaba más en su lugar.
Ese hombre que tanto lastimo mi corazón ahora me tenía en sus brazos totalmente sin voluntad alguna.
Se que mi cabeza aún lo odia, pero mi cuerpo extrañaba sus manos y sus besos que tanto me hacían perderme cada que estábamos juntos.
Sentí como si fuera la primera vez que me entregaba a él y como si el de verdad fuera mío.
Había algo diferente, no sabía que era exactamente, pero una sensación, un movimiento, una caricia me hicieron llegar al cielo con él.
Sentía que su mirada encontrada con la mía no podía ser falsa y que esta vez era real, él había regresado a mí, era mío por fin como yo fui suya siempre, me entregué a él con la mente en blanco y mi cuerpo a su capricho y todo era armonía entre los dos.
Una sensación plena y satisfactoria se apoderó de mí y terminó con mis fuerzas, el verle a lado mío rodeada por sus brazos era todo lo que quería para esta noche de descanso.
No solo mi cuerpo se relajó si no también mi mente, soñé unos minutos despierta y luego caí en un sueño profundo, dormí como hace mucho no lo hacía.
Pero la pesadilla vino a la mañana siguiente, él se había ido de nuevo………………..
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