Después de muchos amores, fracasos y tristezas, le quedó un pequeño en brazos.
Su amor culminó en tristeza y nostalgia. Tuvo que salir adelante con mucho esfuerzo, siempre con una sonrisa fingida, teniendo en cuenta que había un pequeño al que entregó todo su amor, dulzura y cariño.
Pasaron los años y la cabeza se llenó con hilos de plata y mirada cansada. Se hizo presente la depresión que tanto daño causa.
Su familia trataba en vano de hacerla cambiar, pero ella seguía su lento caminar, luchando con su pequeño, día a día.
Pero llegó el día, con la nueva era de la tecnología, encontró un “loco enamorado” que le llenó la cabeza de dulces melodías.
La hizo despertar tras mucho tiempo dormida, y en un momento de locura llegaron a perderse en su agonía.
Ella, al mirarse al espejo, rechazó lo que veía y todo cambió por su loco enamorado.
Empezó a disfrutar de la vida, quitándose la máscara de alegría fingida y despertando al amor que sentía.
El loco seguía endulzando su corazón para sus propósitos escondidos, pero él nunca imaginó que la musa pudiera transformar su negro corazón, en luz, esperanza y amor.
Los momentos más felices que tenían llenaron de alegría y esperanza su vida.
Lamentablemente, cuando se acercaba el día de realizar sus sueños e ilusiones, un puñal atravesó la felicidad que ambos compartían.
Cuando pasó la tempestad, ella creyó volver a los días felices, pero en ese momento, sola, se sentía vacía.
El loco le tenía preparada una trampa, torturando su amor en extraña agonía.
Y llegó la esperanza con “Un rayo de Luz”.
Remy.