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El Padre Ignacio Larrañaga, nace en Loyola, Azpeitia, en España, el 4 de mayo de 1928 – y muere en Guadalajara, México, el 28 de octubre de 2013, escritor de 16 libros del que sobresale “El Profeta de la Oración” y es conocido en todo el mundo por fundador del apostolado Encuentros de Experiencia de Dios.


Fue ordenado en 1952 como un sacerdote capuchino y fundador de los Talleres de oración y vida que se extendieron por más de 40 países, estuvo en América del Sur y por más de 35 años estuvo recorriendo el mundo evangelizando y animando comunidades.

Circulan algunas historias ayudando a los demás y cambiando vidas, la siguiente es una de ellas:
Ceci es una joven madre que tiene 2 hijos varones, el mayor de 10 años y el menor de 7 de nombre Facundo. El menor comenzó desde los 5 años con una patología neurológica que no puedo definir, pero por la que tenía frecuentes convulsiones.

Me llamó la atención que cuando yo atendía a Ceci, ella nunca se desprendía de su celular, estaba siempre atenta por si la llamaban del colegio por alguna convulsión de su hijo, motivo por el cual salía corriendo de donde ella estuviese.

El neurólogo les dijo que lo que tenía Facundo, solamente podía ser operado en Canadá, previos estudios que también tenían que realizarse en el mismo país.


Los estudios eran muy complicados porque eran a cerebro abierto, y dependía de los resultados de los mismo si podía ser operado o no…

Viajó toda la familia a Canadá, estuvieron 1 mes, se hizo todo lo que se debía y pusieron fecha para la operación: setiembre/octubre de 2010. Costo de la operación: $ 190,000 dólares.


Consternada como se encontraba de preocupación por su hijo enfermo alguien en un momento de revelación le habló a Ceci del Padre Ignacio Larrañaga de Rosario, y llevada por la desesperación ya que cada día Facundo tenía convulsiones más seguidas, y tal vez en búsqueda por lo menos de algún consuelo, viaja hasta allá.

El padre le dijo que le relatara algo de la vida de su hijo, cómo fue la circunstancia de su nacimiento, su vida, etc. Ella comienza diciéndole que cuando quedó embarazada, no fue una alegría, en realidad no quería tener ese bebé. Pero al final decide seguir adelante con el embarazo. Y que ahora lo adoraba, que lo mejor que hizo en su vida fue no abortar.

El Padre le dijo que esa noche, se acostara con su hijo y le contara todo esto que le relató a él, pero ella espantada le dice: «pero Padre!! sólo tiene 7 años!!» y el insistió: «Cuéntale» Y después le vas reduciendo la medicación.

Así lo hizo, se acostaron juntos y Ceci poco apoco fue dirigiendo el tema a ese punto. Comenzó contándole desde que se conoció con su papá, que se amaron mucho, que nació el primer hijo y que todo era felicidad, pero que cuando quedó embarazada de él, no estaba muy contenta porque la circunstancia era distinta, ella era muy joven y pensaba que no podía con 2 hijos.


Le dijo que ahora estaba muy feliz de tenerlo y que lo amaba más que a nada en su vida, que estaba muy arrepentida de haber tenido ese sentimiento.


El chiquito la escuchaba muy atentamente sin decir palabra, y cuando Ceci terminó sólo dijo: «gracias mami! volví a nacer!» Facundo nunca más tuvo convulsiones.


Fueron a la visita programada con anterioridad al neurólogo, y sólo le dijeron que Facundo ya no tenía convulsiones, como el médico no salía de su asombro, entonces Ceci le confesó que fue a ver al Padre Ignacio y que ella por su cuenta se había atrevido a quitarle la medicación a la mitad de la dosis.


Como ya estaba todo contratado en Canadá, y hasta los pasajes sacados, el médico les dijo: «devuelvan los pasajes, estas cosas ocurren».


No sé qué decirles, más allá de este milagro maravilloso y puntual, esto me lleva a pensar en las enfermedades. Algunos creen que las enfermedades son absolutamente del alma, (o emocionales) no de otra cosa. Los síntomas son físicos, pero el origen es espiritual.


El padre Ignacio no hace milagros ni cura, sólo (y no es poco) ayudó a ver el origen. Es un ser maravilloso con una sensibilidad y percepción especial.


También resalto lo que hizo Ceci, no es fácil hablar así con un hijo. Me la imagino, ya que la conozco, con su voz temblorosa pero segura de que era el bien para Facundo.

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