La vida en cercanía y compañía del mar es una delicia, el sol en tu cuerpo, la brisa por las mañanas, atardeceres únicos a nuestros ojos. La belleza de la naturaleza contemplada desde un lugar hermoso y agradable para vacacionar, me refiero al Hotel Mulata. Hoy se debate en una lucha por enfrentar los cambio climáticos, enfrentando con fuerza y ganas de seguir adelante, frente al huracán John.
La lluvia y el viento han pegado en varias partes de la costa chica, Marquelia esta afectado. Escribo esta lamentable notica por el amor que tengo a esos lugares en los que he disfrutado de buenos momentos. Esta es una fuerte invitación a las autoridades para que puedan enviar toda la ayuda posible a los habitantes de todas las localidades afectadas.
Con tristeza coloco estas imágenes de los lugares que hoy luchan por recuperar sus hogares y lugares de trabajo, fuentes de empleo indispensables.
El Hotel Mulata atendido por el señor Ivan, se caracteriza por la gran calidad humana, atención afectiva y una disposición para mantener la comodidad y la buena armonía de sus visitantes, enviamos plegarias, solicitando toda la ayuda posible.
Muchos otros lugares estan en lucha, San Marcos, Las Vigas, carreteras con derrumbes, hospitales con pérdidas materiales, estructuras desprendidas.
Las imágenes las hacen llegar amigos y familiares del municipio de Ometepec, de donde comenzaron ha llegar los primeros videos durante el paso del huracán John. Cerca de ese municipio bien denominado “El bello nido”, se encuentra el rio de San Juan, que al día de hoy se incrementa en su cause y comienzan a abrir paso en las carreteras.
– se están destrozando las carreteras, sigue lloviendo y en la noche tal vez el huracán vuelva atacar tierra – (Es lo que nos dice Carlos Miguel Leal, habitante de Ometepec, a quien agradecemos la valiosa información que nos comparte en este momento de intensidad social y climática).
A pesar de la devastación, el mar siempre nos enseña sobre la fuerza y la resiliencia de la vida misma. Así como las olas vuelven con cada amanecer, también renace la esperanza en los corazones de quienes habitan y aman estos lugares. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros hermanos luchan por reconstruir lo que el viento y el agua arrebataron. Hoy más que nunca, es momento de unir fuerzas, de brindar nuestro apoyo y devolverle al mar, y a sus costas, la vida que nos han ofrecido con tanta generosidad.
Este llamado no es solo a las autoridades, sino a todos aquellos que alguna vez disfrutaron del sol, la brisa y la belleza de estos paisajes. Hoy podemos devolverles parte del bienestar que nos han dado. Cuidemos de estos espacios, de su gente, y reconozcamos que el verdadero valor de un lugar reside en la vida que sostiene, en la naturaleza que lo rodea y en las personas que lo habitan. ¡Ayudemos a que el mar vuelva a ser fuente de alegría, y no de tristeza!
Guillermo Trodos Martínez Mercado
Mi tierrita bonita. 🥺