CURVA DISPUESTA

Terminaremos comiendo el concreto que colocamos en la tierra,
mi observación al pasado suplica el enojo, la respiración de la
naturaleza. Algunas alegrías son la tragedia del miedo de otros; se
requieren 127 pasos a la montaña para aprender. Has nacido en el
año 2020, es tu responsabilidad que nadie se destruya; la metáfora
no empapa de sabiduría, es uno de los caminos, el punto completo
está en la realidad de tu historia sin embellecer; lo horrible
también es poesía.

Sobre salto y miedo, caminando balanceo mi brazo, a media curva
he desaparecido y estoy una vez más en la punta de la montaña bajando de nuevo, aquí viene la curva; en mi tercer regreso camino
de la mano con ella, tomamos una vereda diferente, también tiene
una bajada y su curva, ahora el rechinar del caucho sobre el asfalto
me reaparece, estoy dando vueltas sobre mis pies, sigo girando, el
cuerpo baja y desaparezco; mis pies sobre varillas, estructuro un
edificio bajo el sol y debajo de la montaña pero frente a ella; no
puedo desaparecer hasta terminar pero el sol nos abandona mucho
antes, esto llevara días; extraño mi curva.

En la ira y el enojo nace la creatividad; al pie de un árbol y una
roca veo la curva, la pendiente me habla y estando a sus orillas el
borde de la cima también lo hace, es esto una jaula, es difícil de
creerlo, todas las hojas están en danza con el sonido del viento. Es
monte pedregoso en la ciudad, naciente entre dos ríos, su
seguridad porta la pena; en aquel lugar se ha enterrado un cuerpo
entero, precioso y vivo; en la séptima hora y diez primera de su
tierra, resplandeció un musgo negro, que se extiende sobre los
pasos recorridos por los monjes que dieron su vida a encargo de
un rezo, en honor a Bebeu Payo, mártir de la causa de los pueblos
en búsqueda de asentamiento; cincuenta y tres años de lucha, la
mayor muestra de fe y hermosura obrada maravillosamente; a esto
se designó la celebración. Su sepulcro es rellenado con un infante
que dará alimento cada año para abrir el portal y sonaran las torres
en todos lugares, las piedras se harán preciosas; es él quien baja y
sube la montaña, pero se enamoró de la curva y nos ha olvidado.

P.d. El ser humano y su fe, son como su planeta, siempre girando.
P.s. ¿Adónde iremos a llegar? Solo el animal lo sabe.

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