En mi formación como sexóloga, aprendí que muchas de las ideas con las que crecí, como muchas con las que posiblemente creciste tú; sobre el amor, estaban equivocadas. Los príncipes azules, o de cualquier otro color, no son comunes, lo mismo aplica a las princesas rosas o de cualquier otro color. En estos tiempos pretendidamente democráticos, los plebeyos y plebeyas multicolores somos lo común.
El amor a primera vista, puede que exista, pero no se da en maceta, o por decirlo de otra manera, no es lo común; es más bien una rareza extraordinaria. Y el amor para siempre o “hasta que la muerte nos separe” termina siendo una idea romántica, pero no un hecho. Al menos no algo que ocurra con mucha frecuencia.
Un vínculo amoroso, no es algo eterno o algo que se mantiene de forma automática. Como un ser vivo, tiene que ser alimentado y nutrido cada día. Los matrimonios o las relaciones de pareja; no son manda, prueba de resistencia o penitencia. Si un par de personas quieren vivir en pareja, será porque tienen proyectos de vida compartidos que les permitirán crecer juntos en el amor.
Así que cuando comenzamos nuestra vida erótica amorosa es común que tengamos un montón de mentiras, como conocimiento sobre el tema. No es raro entonces que confundamos hormonas, o deseo sexual, con el “amor verdadero”, o un enamoramiento con “amor para toda la vida”. ¿Por qué seguimos creyendo tantas mentiras?… Porque son bonitas, nos agrada pensar que las cosas son así, porque hay una parte muy bella en ellas, pero no por eso dejan de ser mentiras y fuente de mucha frustración para muchas personas.
Andar por la vida así es como si anduvieras por la ciudad en la que vives con un mapa de la extinta Atlántida, por decir algo. Puede tener información fascinante, pero no te servirá para moverte en la ciudad en que vives.
Todo lo anterior me ha hecho pensar, y me he preguntado, así como heredé culturalmente un montón de ideas caducas, obsoleta o falsas sobre el amor y el sexo, ¿qué otras ideas en otros ámbitos de la vida, de manera semejante, he heredado, que pueden resultar bellas, pero no son ciertas?…
Me he sorprendido al constatar, que mucho de lo que creía saber sobre, el mundo, la vida y las personas, ¡No es cierto! Prácticamente todo lo que creía saber al respecto, bajo el análisis, la reflexión y el escrutinio, ha resultado tristemente falso. Sé que esto, de lo que hablo, es muy relativo, y depende de cada quien ver las cosas con sus propios ojos, con su propia perspectiva.
Quisiera poderles compartir, verdades eternas, iluminadas y amorosas sobre la vida. Ya las quisiera yo, pero el punto es que no las tengo, sólo tengo muchas preguntas que se multiplican indefinidamente; mis vivencias, lo que he aprendido en el camino y las reflexiones que he hecho sobre ello. Así es que si tienen la paciencia, les compartiré algo de mi ignorancia y de mis búsquedas, y les platicaré un poco desde donde miro las cosas, de cómo he mirado y miro al mundo en las búsqueda de sentidos, que tal vez, no existen.
Sean bienvenidos y bienvenidas a este recorrido por la vida de una filosofa aficionada, y decidan sobre que es en su propia vida, tragedia, comedia, broma cósmica o algo más.
“Soy viajera y navegante y cada día descubro
Una nueva región dentro de mi alma”
Parafraseando a Jalil Gibrán