Tony Bennett fue uno de los cantantes más importantes de la música del siglo XX, un artista que supo combinar el jazz, el pop y la música tradicional con una elegancia y una pasión incomparables. Su voz, su estilo y su carisma lo convirtieron en un ícono de varias generaciones, que lo admiraron y lo disfrutaron hasta el final de sus días.
Nacido como Anthony Dominick Benedetto en Queens, Nueva York, el 3 de agosto de 1926, Tony Bennett tuvo una infancia humilde y marcada por la muerte de su padre cuando él tenía diez años. Su madre, una costurera de origen italiano, tuvo que trabajar duro para mantener a la familia. Tony empezó a cantar desde niño, influenciado por artistas como Al Jolson, Bing Crosby y Louis Armstrong. A los 16 años dejó la escuela para ayudar económicamente a su hogar, pero también siguió estudiando música y pintura, otra de sus pasiones.
En 1944 fue reclutado para combatir en la Segunda Guerra Mundial, donde participó en la liberación del campo de concentración de Landsberg. Esa experiencia le dejó una profunda huella y un compromiso con la paz y los derechos humanos. Al regresar a Estados Unidos, retomó su carrera musical y fue descubierto por el cómico Bob Hope, quien le sugirió cambiar su nombre por Tony Bennett.
En 1950 firmó un contrato con la discográfica Columbia Records, donde conoció al productor Percy Faith, quien lo acompañó en sus primeros éxitos como Because of you, Cold, cold heart, Rags to riches y Stranger in paradise. Tony Bennett se consolidó como uno de los grandes crooners de la época, junto a Frank Sinatra, Dean Martin y Nat King Cole.
En los años 60, Tony Bennett alcanzó la cima de su popularidad con su canción más emblemática: I left my heart in San Francisco, que le valió dos premios Grammy en 1962. También se destacó por su versatilidad y su apertura a nuevos sonidos, colaborando con músicos de jazz como Count Basie, Bill Evans y Stan Getz.
En las décadas siguientes, Tony Bennett atravesó momentos difíciles por problemas personales y por el cambio de las tendencias musicales. Sin embargo, nunca renunció a su esencia ni a su calidad artística. Al contrario, supo reinventarse y conectar con nuevas audiencias, grabando exitosos álbumes de duetos con estrellas como Lady Gaga, Amy Winehouse, Barbra Streisand, Michael Bublé y Juanes.
Tony Bennett fue un ejemplo de longevidad y vitalidad en el escenario. A pesar de ser diagnosticado con alzhéimer en 2016, siguió ofreciendo conciertos hasta 2021, cuando anunció su retiro a los 95 años de edad. Falleció el 21 de julio de 2023 en Nueva York, dejando un legado musical impresionante: más de 50 millones de discos vendidos, 19 premios Grammy, dos premios Emmy y el reconocimiento como NEA Jazz Master y Kennedy Center Honoree.
Tony Bennett fue una voz inolvidable que nos regaló momentos mágicos con sus canciones. Su música seguirá sonando en nuestros corazones por siempre.