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Después de varios años de trabajo, esta vez decidí tomar un par de semanas de vacaciones.

Estas vacaciones, no son para irme a la playa con mi esposo que, dicho sea de paso, es uno de los proyectos que he ido aplazando durante mucho tiempo y por distintos motivos que, hoy por hoy, ya sólo son pretextos.

Mis vacaciones las voy a dedicar a organizar mis prioridades porque, justo ahora que tengo la posibilidad de materializar algunos de mis sueños, he estado tan ocupada trabajando, preocupada por mi salud y apoyando a otros en sus propios proyectos, que dejé a un lado el plan de mi proyecto personal y ahora no sé por dónde comenzar.

Invirtiendo en mi proyecto

Estas vacaciones no voy a perder el tiempo dando scrolling en instagram o Facebook, no me dejaré enredar en las redes, sino todo lo contrario, las voy a aprovechar como una útil herramienta para lograr lo que yo deseo.

Estoy lista para alimentarme de manera sabia y saludable.  Alimentar mi mente, mi cuerpo y mi espíritu con responsabilidad y respeto hacia mi misma.

Los programas de televisión no me deben programar, diciéndome de qué preocuparme, porque el mundo está muy mal, manejando mis emociones a su conveniencia y sin piedad. Yo decido, yo programo, yo elijo si ver “La familia Addams” o algún documental.

Tiempo de viajar

Este es el momento apropiado para elegir y hacer las reservaciones de mi próximo destino.  Ahora tengo la posibilidad para viajar por mi ciudad, por mi país y hacia cualquier punto del planeta, pero más importante que todo eso: Tengo listo el equipaje para viajar por mi vida interna, por mis sueños y mis más locos deseos… Mi equipaje es cada vez más ligero desde que decidí dejar fuera de mi mente todo aquello que no me ha dejado avanzar.

https://laredaccion.com.mx/decidi-amarte/estrella-cisneros/

Cena de año nuevo en la Ciudad de México
Dando un paseo para sacudirte

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  1. […] Algunas veces parece que el día, con todo y sus veinticuatro horas, no es suficiente para resolver todas las tareas que debemos realizar. Puede ser falta de enfoque, falta de planeación, o el terrible hábito de atender los asuntos urgentes que tienen la habilidad oculta de desplazar lo que es realmente importante. […]