Desde hace aproximadamente año y medio me he dado la oportunidad de trabajar en call center de diversa índole, he vendido planes tarifarios, he dado servicio al cliente con ventas cruzadas de servicios, he vendido tarjetas de crédito, he realizado llamadas de cobranza y en mi último trabajo he hecho entender a cientos de clientes de la importancia de contar con un programa de servicios.
Durante este tiempo he conocido a personas maravillosas, otras no tanto y unas tantas más han sido fugaces saludos de compañeros, pero que de una forma me han dado la posibilidad de aprender de ellos.
Los call center son centros de trabajo en donde muchos jóvenes buscan día a día la forma de cubrir sus necesidades, para las personas de mi edad se han convertido en un oasis en donde encontramos la oportunidad de trabajo muchas veces negadas por la misma sociedad, en donde podemos convivir en un espacio personas de cincuenta años y jóvenes desde 18 años en adelante, más con diversas profesiones, algunos jubilados, madres solteras o personas que como yo buscamos un espacio en donde poder llenar nuestra soledad, con risas de jóvenes ya sea porque nuestros hijos dejaron el nido para hacer su propia vida o porque aun viviendo bajo el mismo techo su ritmo de vida no se acopla al nuestro.
En estos espacios he podido disfrutar de las atenciones de compañeros que me tratan como su igual, bromean, me invitan a bailar y a tomar una copa, pero también he sufrido de la burla, el bullying, por razón de mi edad, porque algunos inclusive señalan que una persona de mi edad en esos centros de trabajo es robarle la oportunidad a un chico o chica que lo requiera. He podido sentir en carne propia esa intolerancia que tienen algunos chicos hacia las personas mayores, nos ven como enemigos, como alguien indigno del espacio que ocupa y en ocasiones me he puesto a pensar ¿Cuántas veces les habremos hecho lo mismo, como para que tengan tanto enojo con los de mi edad?
He encontrado jefes empáticos, solidarios y respetuosos, pero también jefes groseros, abusivos e intolerantes, eso sí, debo reconocer no solo con los de mi edad, sino al parejo, pero aun así a todos ellos les agradezco la oportunidad de conocer de aprender día adía cosas nuevas.
Si alguien me preguntará ¿Seguirás trabajando en call center? Creo que le diría: sigo, porque es una de las mejores escuelas de la vida, ya que he aprendido de mis compañeros, he obtenido maravillosos amigos, he encontrado un lugar que me reta a ser mejor cada día y lo mejor, he podido aprender a que cuando conteste una llamada, detrás de ella se encuentra un ser humano que está en busca del sustento de su familia, de su próxima moto o videojuego o mejor aún: una maravillosa persona de 50+ que tuvo la oportunidad de tener un trabajo digno, gracias a Este tipo de empresas.