Un bar de bohemia, escribiendo los versos a la mujer mas bella. 5 de agosto de 2017.
Mi estimada doncella:
De mis cuentos de hadas con guerrilleros en medio de la selva, y muy cerca de este mar que yo le llamo mi soledad.
Hoy te escribo con una profunda emoción, porque pierdo la razón cuando le hago caso a este terco corazón. Es lo que me provocas con esa cara feliz, cuando yo sólo pienso en ti.
ERES la mujer que tiene aroma a canela y sal.
Estamos lejos de uno del otro, pero, sin embargo, el viento me dice tu nombre, con un suave murmullo y yo le respondo “que te quiero a morir», tal como eres, con esos defectos que hace que se vean tus virtudes, te quiero tal como eres, por que te quiero en todos los sentidos.
Porque pierdo la razón cuando habla este terco corazón. Es mucho lo que me falta todavía por lograr y alcanzar para estar cerca de tu amor, pero sé que, con este fuego de voluntad que tengo en mí, puedo hacerlo.
Tan sólo te pido algo a cambio, amiga mía:
Permíteme no desfallecer, nunca ante esto que quiero consumar contigo.
Mi gran anhelo que sirva de bálsamo para tus heridas, de compañía en tu inquietos días, de sol en tus días de lluvia, y de lunas o de estrellas en tus noches llenas de soledad.
Tú, ERES mi sueño
Con ese fino tono de tu voz, que calma el calor de este verano, esta carta tiene algo especial y me sumerjo y me pierdo entre cada pensamiento enamorado mientras mis manos tímidas ya empiezan a bordarte.
Una suave caricia con las lineas finas de este loco y terco amor, si un día la lluvia borrara la ternura, la calma y la sonrisa de tu amor, sólo te pido que entienda por favor, soy un hombre herido.
Por luchar por tu amor.
Desde mi ventana creo mirarte a lo lejos y verte caminar entre tanta gente. Porque ERES mi poesía y los versos hechos realidad que un día escribí para ti. De verdad no entiendo porqué pierdo la razón cuando busco tu amor.
Puedo imaginar nuestro encuentro, por el tiempo que esperando para llenarte de mi amor. Mis letras ya no saben esconderse o quedar delatadas con cada carta ya escritas.
Estos versos saben a mi amor sincero, que se cuenta a sí mismo, todas sus esperanzas que llegue a tiempo a tu corazón.
Tú convertiste todas mis preguntas en respuestas, te volviste en mis sueños lo más anhelado que hoy tengo. Sólo en ti, mi alma descansa, porque eres tú lo que más amo, lo que más añoro y lo que con más recelo en mi interior, que ahora guardo.
Sólo tú ERES la dueña de todas mis letras, dueña de mis días y de mis meses, y así, un día no muy lejano, serás mi eterno amor.
Ayer te vi en mis sueños, hoy te escribo, mi amor, por ti. Mañana te voy a amar. Jamás te olvidaré.
