¿Estará escrito en las estrellas?
Estoy convencida de que existen las dos Fuentes.
Cruzando al nuevo milenio en diciembre del MM sentía que el tiempo avanzaba y no veía cumplido uno de mis sueños: Conocer el Legendario y Mágico Egipto.
En cierta ocasión me encontraba viendo tv y de repente, en ese canal convocaron en su publicidad, precisamente a participar en un concurso donde el gran premio consistía en un Viaje a Egipto.
Todo lo que tenía que hacer era mandar mis datos personales e informar por cuál señal satelital estaba viendo el programa que lo convocaba.
Con gran entusiasmo hice lo que pedían. Participaba para conseguir uno de los dos premios, uno fue por medio de la noble carta por correo normal, con el matasellos de los timbres postales y el otro por internet.
Me esmeré en hacer el envío por correo normal, hice mi propio sobre eligiendo una hoja de una revista donde el creativo se especializaba en fotografía de paisajes, era una hoja especial muy elegante, estilizada con un espectacular paisaje donde el desierto se une al mar y adornado con pequeñas y lindas niñas en sus ropas tradicionales indígenas. Por supuesto, la belleza de las pequeñas opacaba cualquier paisaje. Se convirtió en un fino y lustroso sobre.
Se me ocurrió enviar un mapa de esos pequeños que se agregaban pegadas en las tapas de las agendas de bolsillo y simplemente tracé una línea recta de color rojo entre mi lugar de origen y el destino que era Egipto, que curiosamente, parecía ir por la misma calle (el mismo paralelo) del globo terráqueo, luego lo rotulé y lo llevé al correo personalmente. Igualmente, también envié mi otra participación por internet, pero obviamente, mi intención estaba fuertemente en la que dejé en el correo.
En el sorteo hubo mucha participación de los amantes de Egipto de los continentes de habla hispana; cuando hacían publicidad sobre el gran viaje, en una habitación casi llena, revolvían y paleaban las cartas, las aventaban hacia arriba y a los lados, después supe que fueron alrededor de 75 mil cartas participantes.
El resultado: Fui la afortunada y feliz ganadora de uno de los dos viajes a Egipto, por haber concursado con una carta enviada por correo normal y su timbre postal.
En mi trabajo consiguí permiso, siendo que era una época laboral fuerte y logré llevar a mi hijo conmigo, porque además el premio era con un acompañante.
No tuve que pagar un peso, era totalmente Gratis y paseamos por el Río Nilo a los lugares más emblemáticos de ese enigmático País.
Ésta es la crónica de ese sueño cumplido. Desde entonces, mi amiga Chris – quien fue la ganadora del otro viaje – y yo continuamos on line entre Argentina y México.
Es así como el Infinito nos unió y nos vemos en la majestuosa foto en la cúspide de una montaña con la Esfinge y La Gran Pirámide de Keops de fondo.
Si deseas algo, con mucha intensidad, ¡lo lograrás!.
ESTÁ ESCRITO EN LAS ESTRELLAS.