En las películas, cuentos e historias, es común que los personajes acaudalados, ricos, financieramente prósperos, o como prefieran llamarlos, sean los antagonistas, los malos, los que no se tientan el corazón para pisotear a los buenos y humildes pobres, con las crueles y despiadadas intenciones de ser cada vez más ricos y poderosos. ¡Y qué decir de las teleseries o telenovelas! Ahí sí que es más que una constante el hecho de que la gente “rica” sea la más malvada y que siempre hace sufrir a la pobre protagonista que generalmente es una persona de origen muy humilde y que sufre mucho y aún así es de corazón muy noble.
Desde pequeños, nos graban en la mente que la gente rica es gente mala. Como si ser rico fuera un pecado o ser malo un requisito para tener éxito financiero.
Nada más alejado de la realidad. La gente financieramente prospera, exitosa o como prefieras llamarle, tienen en común el que constantemente piensan en cómo podrían enriquecer la vida de los demás.
Las personas financieramente exitosas, están atentas a las necesidades de las demás personas y parte de su éxito deriva de esta cualidad.
Si detectan que la gente necesita cinturones aprovechará la oportunidad de inmediato para cubrir esa necesidad, ya sea comercializando, fabricando o sustituyendo los cinturones, pero siempre están atentos a qué es lo que la gente necesita.
Sin embargo, no todo es comercio y negocio para ellos. Tienen muy presente la ley de la siembra y la cosecha. Son grandes filántropos generalmente anónimos o que no hacen gran alarde de esto.
Los grandes empresarios también son grandes generadores de empleo. Es otra manera de cubrir las necesidades de los demás cubriendo sus propias necesidades, es decir ganando y dando. Esto no significa que le van a dar empleo a cualquiera, porque también son cuidadosos de no derrochar recursos. Un buen empleo no se le da al que lo necesita se le da al que se lo merece.
Así que empieza a borrar de tu mente que la riqueza de la gente rica es para los malvados. Acércate a la gente próspera, sin miedo, y aprende de ellos. Deja de envidiarlos, criticarlos y pensar que seguramente lograron sus fortunas de mala manera o gracias a la corrupción.
Conoce sus historias y aprende de su filosofía personal, su manera de pensar y actuar.
Seguramente vas a sorprenderte y puedes aprender hábitos y disciplinas que deberías incluir en tu vida diaria para acercarte al nivel financiero que te gustaría tener.
Gracias