¿Ser mujer? La naturaleza tiene una variedad enorme de especies y sub especies, minerales, animales y vegetales y cada ecosistema funciona como debiera hacerlo desde hace milenios. El ser humano se ha autonombrado especie superior, esta, se clasifica en hombres y mujeres; cada cual tiene diferentes características y manifiesta su cosmovisión de manera totalmente diferente entre sí.
Se pudiera decir que, mientras que el hombre considera a la naturaleza como un recurso a su alcance para ser utilizado y como apoyo para sus labores, la mujer vislumbra en la naturaleza a una aliada para crecer, realizarse y desarrollar sus capacidades. Ella puede descifrar los secretos que contienen los elementos naturales, así como también puede llegar a ser parte de las funciones vitales de su entorno.
La ciencia, las artes, las disciplinas milenarias forman parte del vasto acervo con el que la mujer cuenta para llevar al cabo sus tareas más simples así como sus más secretos trabajos.
Y en todos los casos depende de los recursos naturales para tener el éxito que desea, en los siglos de ignorancia y obscuridad intelectual se les catalogó como brujas a las mujeres que elaboraban brebajes y compuestos para remediar los males de su época.
Hasta hoy, la cosmetología es una rama derivada de las ciencias químicas y de la Herbolaria, en la que también se incluyen los conocimientos esenciales de la Mineralogía y la zootecnia, todo ello con el fin de investigar, producir y distribuir esencias, compuestos, polvos, aromas, aceites y toda suerte de sustancias combinables que ayuden a las personas, en especial a las mujeres, no solo a conservar y fomentar la salud, sino que también auxilien en la conservación de la belleza, la lozanía y la frescura de la juventud.
Es importante que tengamos presente que los sentimientos positivos tales como el amor, la confianza, el apetito y el deseo se generan ; sí en la mente, pero que los estímulos son a través de los sentidos, por esa razón se dedican millones de pesos, millones de horas y millones de pruebas para lograr el producto adecuado para cada necesidad de la mujer moderna, que desde tiempos inmemoriales ha necesitado lo mismo: ser bella, ser joven, ser amada y sobre todo ser aceptada por las demás mujeres ya que todas requieren la aprobación de las demás; eso no es cuestión de que un hombre las quiera, es un asunto de vital importancia el ser aceptadas, aprobadas y admiradas por miembros de su misma especie, “Las mujeres”
Así de enigmático es este rol que todas las demás especies de cada ecosistema no tienen, no manejan, solo la mujer es quien requiere de que todo el Cosmos se mueva a favor de sus necesidades, que si bien, no son imposibles de suplir, sí son demandantes.
Se le ataca, se le lastima, o denigra, su sexualidad es burlada o se le prohíbe disfrutarla, todo por ignorancia o miedo, pero aun así, la mujer siempre superará esos obstáculos y se reinventa en cada etapa de su vida.
Ser mujer es sinónimo de ser bella, complicada, temerosa, autoritaria, obsesiva, cruel posesiva sin límites y al mismo tiempo frágil y necesitada de escuchar al oído que es amada, que es aceptada, que es bonita y que es necesaria para que la rueda de la creación funcione aún sin la presencia de la cosmetología, de las ciencias químicas o de pociones mágicas que la harán hermosa e insustituible.
Una mujer solo necesita unas cuantas palabras pronunciadas desde el corazón: “TE AMO, ERES ÙNICA” Esa fórmula mágica infalible perdura a través de los siglos y que Los genios de la cosmetología no la podrán sustituir con cremas; así es la mujer, la especie más complicada del planeta, pero también es parte de la preservación del mismo.
Algún tiempo se dijo que la fémina era causante directa de calamidades y pestes, luego se le adjudicó divinidad, aún hoy se le acusa de las más tristes tragedias, argumentos muchos hablados con verdad, se componen Odas y canciones en su honor, los perfumes más costosos son para ellas, los duelos y algunas guerras también por ellas lo son, y sin embargo, ¿Quién no quisiera estar a su lado para que lo ame una mujer?