Este anuncio te conecta a nuestra afiliación en Mercado LibreA veces las personas que menos crees que te van a defraudar son las que terminan haciéndolo primero… hay veces que no se como sentirme, es decir, últimamente se me ha complicado el seguir intentando hacer lo que sea que siga haciendo, es como si todo hubiese dejado de tener sentido, es como si de repente, después de tantos días de sol una nube gris llegara y se posara encima mío, puede sonar algo raro, quizás demasiado exagerado, pero es la verdad, a veces por mas que creemos que sabemos con quienes convivimos, la verdad es que no tenemos ni la más mínima idea de en quienes se pueden llegar a convertir dichas personas, y es que se supone te dicen que puedes confiar en ellos, que van a estar cuando los necesites y la verdad es que eso nunca pasa, justo cuando los necesitas o desaparecen o están demasiado ocupados o simplemente tus problemas no son tan importantes como para que te estés muriendo.
Suena duro y quizás cruel, pero es la verdad, a las personas solo les interesa que estés para ellos pero que no los molestes con tus problemas porque “no son tan importantes como los de ellos”.
Claramente al mundo le faltan valores, aprender a tratar a las personas, pero quizás también a nosotros nos haga falta dejar de mendigar cariño, es cierto que la persona que quiere estar, sin necesidad de que le ruegues va a estar, y quien no pues ni falta te hace, sé que es difícil alejarse de algunas personas, pero si tu lo das todo y esas personas no están dispuestos a dar aunque sea un poco por lo menos una sola vez, entonces créeme que estas en el lugar equivocado y con las personas equivocadas, suena duro pero es la verdad, supongo nos hace falta cariño propio, atreverse a seguir y dejar atrás, a pensar que mereces algo mejor, que vales mucho mas de lo que las personas te hacen sentir, merecemos más, y donde te den todo eso sin pedirlo, solo aprende a valorar a las personas, no lastimemos a otros solo por que a nosotros nos lastimaron, debería ser ley de la vida, simplemente, valorar y no dañar a quienes queremos y nos quieren.
