El primer artículo que escribí para este portal, se tituló “Renovarse o morir”. A grandes rasgos se planteó, que el éxito no es siempre seguir los cánones establecidos y que hay personas que terminan dedicándose a cosas totalmente distintas a sus carreras universitarias y se sienten plenos; pero sobre todo felices, creo que al final el alcanzar la felicidad y plenitud en la vida de cada persona debería de ser lo más importante y considerarse como la meta principal de cada uno de nosotros. A veces, cuando queremos o tenemos la necesidad de hacer cosas diferentes y salir de la zona de confort y generar un cambio que impacte en nuestras vidas, tenemos que empezar por cerrar ciclos. Algunas ocasiones, el llevar esto a cabo se convierte en algo primordial para crecer de forma profesional o incluso hasta por salud tanto fìsica como emocional.
Hace algunas semanas, una persona me dijo que para hacer un cambio drástico y dar el brinco para crecer, se tenia que ser muy inteligente poniendo los pros y contras de lo que buscamos, pero sobre todo valientes para enfrentar lo que sigue.
Un ejemplo, es cuando se hace un cambio de trabajo. A veces, podemos estar a gusto en el ambiente laboral, pero ya no estar satisfechos con la remuneración o cuando ya no hay opciones para crecer y decidir hacer un cambio para crecer en todos los aspectos. He conocido personas que han tenido oportunidades excelentes para cambiar de trabajo, pero le piensan porque implica en algunos casos, cambiar de residencia en cuestión de semanas y no imaginan su vida en otra ciudad porque llegan a un lugar desconocido. Otros, en cambio, el hecho de irse a otra ciudad o incluso país, representa una aventura nueva y la posibilidad de ampliar sus expectativas.
Otra experiencia de cerrar ciclos, es cuando terminas la escuela y pasas de un nivel escolar a otro y vas a una institución totalmente diferente a lo que ya se estaba acostumbrado. No sabes a lo que te vas a enfrentar, pero vas con la idea de conocer a más personas, otros profesores, el ambiente y el reto que de forma personal implica el pasar de un nivel escolar a otro.
Por otro lado, también están los ciclos que se cierran de forma personal, cuando termina alguna relación de pareja. Algunas se acaban en buenos términos y con buenos recuerdos de las experiencias vividas y otras terminan tan mal, que acaban en los tribunales por la problemática que surge entre las personas y cerrar esos ciclos, se convierte en algo necesario.
Cada uno de nosotros, tiene una forma distinta de cerrar ciclos y las razones por las cuales se lleva a cabo. ¿Y usted, estimado lector recuerda alguno en especial?
[…] ir, allá afuera casi todo está cerrado, las perspectivas parecen reducirse así a elegir entre morir afuera o […]