Recorre el camino siendo buena persona, porque a los buenos siempre les pasan cosas buenas aunque no lo parezca

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Pareciera que a la gente buena siempre le va mal, pero no es así, porque todo tiene un claro objetivo, de hacernos más fuertes para las luchas de la vida. En este mundo todos tenemos que pasar por diversas etapas sin excusa ni pretexto. Y casi nadie se escapa de las enfermedades, de las caídas, de problemas en el trabajo, de los falsos amigos, de las desilusiones de pareja, de la incomprensión de la familia, de la escasez de dinero, de los accidentes, de problemas con el alcohol, de la compra compulsiva de cosas que no necesitamos, por las campañas de márketing que casi nos obligan a comprar, al mandarnos mensajes subliminales. Por mencionar los más importantes.

Esto lo podemos reforzar con varias frases de Séneca ese gran pensador y filósofo Romano: ¿Eres hombre valiente? ¿Pues cómo lo sé yo, si la suerte no te da la oportunidad de demostrar tu virtud, enfrentándote a la adversidad….Atravesaste la vida sin adversario; nadie sabrá de lo que fuiste capaz, ni tú mismo.

Muchas veces nos ha tocado recriminarle a Dios, porque quisiéramos que las personas buenas recibieran premios y condecoraciones, y tuvieran una excelente calidad de vida. Y nos gustaría que las personas malas, recibieran su justo castigo por sus nefastas acciones.

Y nuevamente vayamos con Séneca para que nos instruya sobre estas cuestiones, quien tenía un discípulo que se llamaba Lucilio, y le hizo una grandiosa pregunta que ilustra muy bien lo que nos interesa escuchar.

Me has preguntado Lucilio, por qué si el mundo es regido por la providencia, les suceden muchos males a los hombres buenos. Pues he de hacer algo que no es difícil: defenderé la causa de los Dioses.

Para Séneca, la providencia, Dios, el universo, el destino era exactamente lo mismo. Él dice que lo que ocurre en el universo es por mandato de Dios, y que no deberíamos guardar resentimientos, porque lo que nos ocurre viene ya determinado desde el inicio de los tiempos. Continúemos llenándonos de sabiduría con Séneca.

Sé que todas las cosas suceden conforme a una ley segura, establecida desde la eternidad. Los destinos nos guían y al tiempo que a cada uno le queda lo determinó ya su hora primera. Una causa depende de otra; una interminable serie arrastra los hechos públicos y privados. Por tanto, hay que tolerarlo todo con valor, porque nada nos cae encima por casualidad, como creemos, sino que nos viene necesariamente. Hace mucho que está determinado cuales serán tus alegrías y cuales tus llantos, y aunque la vida de los individuos parezcan diferenciarse mucho entre sí, en conjunto todas se reducen a una sola cosa: recibimos dones perecederos porque somos perecederos.

Una vez que el universo se puso en marcha tenían que ocurrir ciertas cosas, de acuerdo con las leyes de la naturaleza, desde el principio de los tiempos ya está determinado lo que va a ocurrir, hasta el final de los tiempos. Porque una cosa genera otra, y esa genera otra, y genera otra porque las causas ya están determinadas.

Y entonces propone Séneca si las cosas dolorosas que te están sucediendo vienen desde el inicio de los tiempos, entonces deberías de aceptarlas de muy buen agrado. Es decir si un problema no tiene solución para que te preocupas, y si un problema tiene solución igual para que te preocupas, simplemente déjalo pasar, y continúa con tu vida con ese aprendizaje recibido, y por favor trata de no tropezar con la misma piedra.

Continuemos escuchando a este gran filósofo

¿Por qué les suceden a los hombres buenos muchas adversidades? Nada malo puede sucederle a un hombre bueno: los contrarios nunca se mezclan…. En efecto, la naturaleza jamás consiente que las cosas malas perjudiquen a los buenos. 

Él nos reafirma que lo único bueno o lo único malo, son tus acciones morales, las cosas que haces. Si queremos vivir una buena vida debemos de actuar con virtud, siendo una buena persona, por el contrario a pesar de que te puedan pasar cosas malas en algún momento: la enfermedad, la ruina económica, la traición, el término de relaciones amorosas. Séneca dice que eso no te va hundir, que lo único que lo puede hacer es que nos comportemos mal. Por lo tanto a una persona buena no le pueden pasar cosas malas. Y finalicemos con unas frases muy potentes de Séneca, donde nos habla de las personas malas.

Esos a quienes crees felices, si los consideras no en lo que salta a la vista sino en lo que está oculto, son desdichados, sucios e indecentes; a semejanza de las paredes de su casa, están cuidados solo por fuera. Esta no es felicidad sólida y sincera: es solo revestimiento externo, y muy ligero por cierto. Así, mientras les es posible mantenerse en pie y mostrarse a su gusto, brillan y engañan, pero cuando sucede algo que los perturba y los pone de manifiesto, se hace patente cuan vasta y real fealdad escondía ese impropio esplendor. 

Por eso te invito amable lector, nunca te canses de ser buena persona, porque siendo bueno te asegura una felicidad imperecedera y honesta.