Después de haber sido intervenida con una mastectomía (reconstrucción mamaria), la mayoría de las mujeres tiende a pasar por una depresión, ya que existe un duelo por el miembro perdido.
Lo más recomendable es que asistan a terapia psicológica antes y después de la intervención, aunado a terapia física para evitar un linfedema.
La reconstrucción mamaria es una operación en la cual, se busca que la paciente recupere su autoestima por medio de un implante que se coloca en el área que fue extirpada la mama.
Este proceso se lleva a cabo mediante tres operaciones:
La primera de ellas es la colocación de un expansor en el área ausente de mama, esta pieza se rellenará semana a semana con una solución salina hasta llegar al tamaño deseado, se busca que se iguale en tamaño al de la otra mama. Esta primera intervención solo puede realizarse si no se tuvo ninguna sesión de radioterapia, dado que la piel tendrá que estirarse.
Si se tiene antecedente de radioterapia, se hace una reconstrucción con colgajo de músculo dorsal, la cual se hace realizando una incisión en la espalda, y ese músculo lo desplazan hacia enfrente para que pueda cubrir la zona del expansor y pueda distenderse sin temor a que llegue a romperse la piel que lo cubra.
La segunda se realiza cuando el expansor haya llegado al tamaño deseado. Aquí sólo se saca el expansor y se coloca en su lugar el implante definitivo, el cual puede tener una vida útil de diez años.
La última operación es la reconstrucción del pezón y areola. Ya sea mediante el uso de tejido de alguna parte del cuerpo o, por medio de tatuaje realizado con pigmentos en tonos que pueden llegar a hacer ver el tatuaje de manera tridimensional.
Cada caso es distinto y su estudio se hace de manera particular. En el caso de personas que cuentan con una mama grande, se opta por hacerles una reducción de seno para que la piel del otro lado no se expanda tanto.
Es un proceso que puede llevar de 6 meses a un año para realizar las 3 intervenciones con su respectivo tiempo de recuperación. En este tiempo pueden venir complicaciones propias de cualquier operación, así como una posible depresión postoperatoria, por lo cual es recomendable estar en terapia psicológica.