Bank of America Merrill Lynch señaló que México se encuentra en una recesión técnica. El organismo emitió un análisis titulado: Emerging Insight: Is Mexico in a Technical Recession?, donde se explica que varios indicadores económicos están a la baja respecto al año pasado, demostrando que el país entró en una recesión técnica debido a que la economía ha llegado al punto más bajo de crecimiento económico en años.
A pesar de que hay controversia respecto a lo que implica una recesión, se suele convenir que ocurre cuando el PIB decrece durante dos trimestres seguidos.
Según indicó el INEGI, el PIB del tercer trimestre de 2018 representó un crecimiento del 0.7%, respecto al anterior, mientras que el primer trimestre tenía un decrecimiento acumulado del 0.9%. Hasta el momento, el instituto no ha emitido la cifra exacta del decrecimiento, pero Bank of America prevé que se reste 0.4% al PIB. Respecto al año pasado, el PIB sólo ha crecido un 0.1%.
El organismo norteamericano basó sus estimaciones en los cambios que ha tenido el PIB, que se mide por la suma del consumo, la inversión, el gasto público y las exportaciones, basándonos en el gasto. Según el INEGI, el consumo privado creció 0.2%, la Inversión Extranjera Directa se recuperó un 0.5%, mientras que la pública creció un 0.8%, pero el gasto público cayó un 0.3% y las exportaciones cayeron un 0.2%.
Los datos se contraponen. A corto plazo, la economía parece recuperarse lentamente, pero no parece ser suficiente para acabar con la desaceleración acumulada desde hace años. Ante la duda, sería mejor oír la advertencia de Jonathan Heat, subgobernador del Banco de México, de esperar seis meses para poder observar los movimientos económicos.
Hay que tomar en cuenta dos factores que modifican las cifras: el primero es que la economía mundial está en una desaceleración continua que el FMI visualiza a largo plazo; lo segundo a tomar en cuenta son las presiones del principal socio comercial de México, Estados Unidos. Ambos factores, sumados a la desaceleración habitual por el cambio de gobierno, hacen que sea imposible confirmar la apuesta de Bank of America.
