El café nos conecta. Para muchos, es necesario para poder despertar y sobrevivir el día. Sin embargo, es mucho más que eso. En la actualidad, en México el café ,desde hace más de 400 años, es parte importante de las convenciones sociales. El cafecito a media mañana en la oficina, el cafecito con la familia en la sobremesa, el juevecitos con las amigas, este es siempre el elemento necesario para crear un ambiente de comunidad.
Los amantes del oro negro ya no se conforman con un simple café, ahora se buscan espacios donde haya bebidas especializadas con base en el espresso. Ya desde el inicio del siglo XX, en México, las cafeterías empezaron a verse como lugares de reunión. En la actualidad, vemos cafeterías en donde se reúnen, cada vez más, gente de negocios, universitarios, los que trabajan en oficinas, señoras, jóvenes y señores con periódicos. Casi en todas las cafeterías, hay Wifi y, en la mayoría de los lugares, es gratis. Muchos revisan sus correos, mandan mensajes a los amigos, leen mientras esperan. Otros, solo platican.
El código de vestimenta va desde playeras, sacos, shorts, chanclas, hasta peinados algos y elegantes. Mientras tanto, se puede escuchar el ruido incesante de la gente que platica, el sonido de las máquinas moliendo café, de la leche cremando, de la gente que entra y sale.
Las cafeterías proveen espacios cómodos, de madera, decorados con arte, libros, sillones y sillas que no son iguales, que rodean mesas bajas, mesas circulares altas, con sillas también altas;
pero, en casi todas estas cafeterías, podemos ver un tema relacionado con México, música relacionada con México, olor a café, canela y chocolate. La cultura de una ciudad se crea en estos espacios, está intrínsecamente relacionada con el café.
Entonces, ¿por qué si México es uno de los principales países productores de café en el mundo, está en noveno lugar, solo se consumen 1.4 kg per cápita? Pudiera ser que en casa se prefiera comprar café soluble por su tradición, por su fácil preparación y precio; quizá, también pudiera ser que se deba a que se prefiera comprar marcas de cafés que vienen del extranjero por sobre los cafés mexicanos, o tal vez, sea porque la aparición de las cápsulas de café, están cambiando los gustos y preferencias de los mexicanos.
Sea lo que fuere, lo que es cierto e innegable, es que, en México, cada vez son más los interesados en aprender más acerca de esta bebida. Estamos viviendo una sofisticación del consumo de café en México y, aunque ya existía la costumbre de tomar café para conectarnos, ahora, se ha venido desarrollando una “cultura de café”, enfocada también a la experiencia.
