Se puede vivir un poco mejor si se tiene en primer lugar; un Proyecto de Vida, y luego una lista de Valores que lo respalde.
En el caso del Proyecto de Vida, este va ligado a dimensiones personales: Amor, Familia, Amigos, Educación Académica, Trabajo, Autorrealización etc., cada persona va priorizando esas dimensiones de acuerdo con sus metas o a la importancia identificada, y esas prioridades pueden cambiar según distintas etapas que se vayan viviendo.
Si tomamos como ejemplo una de esas dimensiones personales, digamos que; Amigos, se deben realizar acciones para mejorar esa dimensión, piensa en esto; ¿Qué hiciste este fin de semana para cultivar una amistad? Debe haber evidencias que nos muestren que SÍ estamos trabajando ese aspecto: Ya sea que fuiste a ver un partido de futbol con nuevos amigos, o fuiste a una fiesta con antiguos amigos, … y así con las demás dimensiones si quieres que tu Proyecto de Vida no pierda el rumbo.
No se puede ir por la vida sin un -Proyecto-, sin un plan, sin una idea, (por más básica que sea ésta) siempre se debería tener en mente algo, lo importante es que ese pequeño plan de vida (o grande), esté basado de acuerdo con las posibilidades y talentos que ya se poseen, y se vaya adecuando según las oportunidades que se presenten en cada etapa de la existencia.
Los -Valores- también son un elemento que define un proyecto de vida, habrá quienes argumenten que los valores Religiosos, o los Morales son los de mayor jerarquía, mientras que los valores Materiales o los valores Útiles son inferiores al resto.
Eso pareciera ser una postura universal, sin embargo, en la práctica, en la vida cotidiana, cada cual establece sus propias jerarquías de acuerdo con lo que pretende lograr, es decir -a su Proyecto de Vida-.
Por tanto, debiera cada persona estar consciente de que hay muchas formas de lograr su Plan de Vida basado en Valores, pero que cada una de esas distintas formas representa Consecuencias favorables o desfavorables con las demás personas, de acuerdo con dos cosas; primero a su interpretación (correcta o incorrecta) de dichos Valores, y después a la jerarquización que haga de ellos para apoyar su Plan de Vida. Es esencial entonces identificar las consecuencias de nuestros Valores (así como los tenemos jerarquizados) porque pueden apuntalar u obstaculizar nuestro Proyecto de Vida.
Si algo NO funciona o NO nos satisface, es necesario reajustar la Jerarquía tanto de las Dimensiones personales (que conducen nuestra vida) como de los Valores en que se apoyan.