Propósitos de año nuevo o para toda la vida

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Mucha nos ponemos nuevos propósitos cada vez que comienza un nuevo año, con el ánimo y la intención de lograrlo,  cada uno es un objetivo que se pretende cumplir en el lapso de 12 meses o  365 días, aunque algunos ni siquiera llegamos a cumplir los del mes de enero.

Es sano y loable ponerse objetivos que queremos alcanzar, pero hay que tener cuidado si es que deseamos lograrlo que sean objetivos para alcanzar metas y que mejor aún que esas metas sean para formar disciplina y hábitos positivos que nos ayuden para toda nuestra vida.

Por ejemplo hay quien se hace el propósito de bajar de peso, algunos ni siquiera especifican cuanto quieren bajar y empiezan muy entusiasmados hasta se inscriben en un gimnasio que les hace pagar todo el año (porque ya conocen a la gente que no le da continuidad) saben que llega la primera fiesta y  lo dejan todo de lado porque no se han formado ningún habito positivo, ni se han disciplinado para lograrlo.

Que mejor que desde el principio nuestro propósito sea “el comer sano”, esto nos estimulará a estudiar nuestro cuerpo, nuestro ambiente, nuestros alimentos para ir formando una dieta sana que con el tiempo, por añadidura nos ayudará a bajar de peso y como estamos creando el hábito de comer sano nos auxiliará para toda la vida.

Otros se ponen como objetivo viajar y se endeudan para realizar su viaje de una semana y se echan encima un compromiso para pagar en un año o más, la cual si no tenemos una buena actitud financiera, se acumulará con otras deudas mermando nuestra economía.

En su lugar podemos implementar el hábito del ahorro y cada quincena o cada mes ahorrar un porcentaje de nuestro salario para cumplir nuestros propósitos de viajar, de comprar algo nuevo, cambiar de carro, etc.

Yo conocí a una persona que en un tiempo fue mi jefe que sacaba camionetas nuevas que podía muy bien pagar con su salario, pero que no tenía el hábito del ahorro y despilfarraba su dinero y a los varios meses de que no pagaba le embargaban su vehículo.

Un propósito sin acción es solo una ilusión, que siempre será una quimera que estará en nuestra mente robándonos espacio y tiempo, por esta razón tenemos primero que definir lo que realmente queremos y si estamos dispuestos a luchar para lograrlo y por eso existen varios tipos de propósitos por ejemplo:

Propósitos de fin de año, son aquellos que nos fijamos para los próximos 365 días.

Propósitos personales Son el conjunto de planes que nos trazamos para el futuro, los cuales tienen que ver con la persona que queremos ser, esto es con una idea de mejoramiento de nuestra vida personal.

El propósito de vida es una declaración personal de lo que queremos lograr, que cuando se cumple nos lleva a un estado de máximo bienestar y están relacionados a la felicidad, al amor, al bienestar, al logro, al progreso económico, social o personal.

Aunque todos tenemos propósitos no a todos se nos cumplen y se debe a nuestros hábitos y a la disciplina y coraje que aplicamos para lograrlos.

Si tu quieres realizar tus propósitos deben de tener primero un propósito en tu vida, hacia donde quieres ir, que quieres lograr, que deseas hacer con el rumbo de tu vida.

En segundo lugar, cuando ya tenemos un destino al cual llegar hay que hacer planes para lograrlo poniéndonos objetivos y metas con fechas razonables de término, para darte tiempo a realizarlas.

Como analogía podemos visualizar una escalera en donde al final este nuestro propósito de vida y en cada escalón estarán los objetivos y metas desde lo más sencillo a lo más complejo, con escalones más amplios para evaluar nuestro desempeño y revalorar nuestras metas.

La idea principal para poder alcanzarlas es transformar los propósitos en metas alcanzables y para esto te sugerimos seguir varios pasos:

1. Objetivos Claros y medibles. No confundir intenciones con metas, estas últimas llevan un plan de acción y una fecha para alcanzarla.
2. Plan de acciones a seguir. A corto, mediano y largo plazo, los cuales deben de estar articulados ente sí, es decir una cosa debe de llevar a la otra, empezando desde lo más sencillo a lo más complejo. ¿Qué puedo hacer para iniciar hoy?, y que pasos debo de seguir para subir la escalera del éxito y alcanzar mis propósitos.
3. Control. La medición debe de ser constante para mantener el control y no abandonar nuestro propósito. Por lo que debemos de ponernos metas medibles a través del tiempo.
4. Seguimiento. Hay que darle un seguimiento constante a nuestro plan de acción y de control.
5. Buscar apoyos. En la actualidad hay expertos para prácticamente casi cualquier cosa. Si algo no sabemos hay que buscar con quien apoyarnos o buscar las herramientas adecuadas para continuar, podemos apoyarnos de una agenda física o electrónica, un planeador de objetivos, hay que saber cómo gestionar nuestros propósitos con los demás y con uno mismo.
6. Revisión. Hay que poner puntos de revisión en nuestro plan de acción y al llegar a ellos poder ver si no nos hemos desviado del objetivo o estamos tras otro, si es así, es el momento de recalibrar, recalcular, medir nuestros objetivos y en su caso, poner nuevas metas.
7. Celebrar el logro alcanzado, podemos darnos un premio cada vez que alcancemos una meta, lo cual nos motivará para seguir con las demás.

En un estudio realizado en la Universidad de Scranton en Pensilvania, EUA se menciona que tan solo el 8% de las personas concretan sus objetivos, y que los propósitos más recurrentes a nivel Mundial son bajar de peso, ser más organizado y tener hábitos más saludables, este año vas a abandonar tus propósitos y proyectos o te vas a sumar al porcentaje elite del 8 por ciento, de ti depende. Decide.