Diversos acontecimientos de la última década han moldeado el actual panorama sociopolítico de México, especialmente el de la infame guerra contra el narco, delque aún se tienen secuelas y cientos de daños colaterales como lo son más 40,180 personas desaparecidas y más de 2,000 fosas clandestinas, desplazados internos y pueblos fantasmas. De esas 2,000 fosas clandestinas se han encontrado 2,884 cuerpos, eso significa que faltan aproximadamente 37,296 personas. Aunado a los desaparecidos, hay más de 26 mil personas sin identificar que aún están en morgues, Semefos y fosas comunes. No es normal que desaparezcan personas a diario y tampoco que México se convierta en un país de fosas.
Estos 40 mil desaparecidos en México no son solo cifras,
son alguien: tienen nombre, historia y una familia que les busca. Sus familias han llegado al punto de unirse, creando sus propios grupos de búsqueda y colectivos, así como el trabajo en conjunto con organizaciones de la sociedad civil para encontrar a sus desaparecidos al no haber respuestas claras por parte del gobierno.
En 2015 eran 35 familias y colectivos, ahora son más de 70 que continúan en la búsqueda de sus desaparecidos. Ellos y ellas han encontrado la mayoría de las fosas clandestinas en el país, así como algunos cuerpos de sus seres queridos. La resiliencia de las familias es admirable; vivir con el pesar de no saber dónde está ese miembro de la familia es desgarrador, pero el duelo se deja para otro momento, para cuando por fin encuentren ese cuerpo.
Pensar que los desaparecidos en México son una cifra más es deshumanizante; como sociedad nos resta empatía, y sí, nos vuelve apáticos, e inclusive ajenos a la actual situación que vivimos. Estas familias han mencionado que la sociedad les ha abandonado, dejaron de sentir el apoyo y solidaridad en marchas y peticiones.
Organizaciones como Cencos, Centro Prodh, El Día Después, así como el Movimiento por Nuestros Desaparecidos (conformado por colectivos y familias de las víctimas), realizan campañas para difundir su labor de búsqueda y exigencia de justicia. Recientemente lanzaron la petición para exigir la identificación y búsqueda de las personas desaparecidas en México.
El pasado 30 de agosto en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada,
las organizaciones El Día Después y Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, llevaron las más de 100 mil firmas recolectadas a Palacio Nacional. Al no recibirlos el Presidente de la República, entregaron las firmas al Subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas y a la Comisionada Nacional de Búsqueda, Karla Quintada.
Sin esas familias, organizaciones y colectivos no se tendrían los datos que tenemos hoy. Realmente lo único que podemos hace es continuar apoyándoles en la difusión de su movimiento y acompañarles en marchas, no abandonarles en lo que el Estados les ha quedado a deber: encontrar a sus desaparecidos en México.
