Cuando “te levantes con el pié izquierdo” úsalo de apoyo y patea la negatividad con el derecho.
Típica y lamentable frase esa de “me levanté con el pié izquierdo”. Cuando la piensas y, peor aún, cuando la dices, ya te estás programando para tener un mal día… todo el día.
¡Hey! ¡Reacciona! Ya el simple hecho de haberte levantado hoy, es razón más que suficiente para sentirte entusiasmado y agradecido por la oportunidad que tienes de hacer hoy una mejor versión de ti mismo.
Cuida tu enfoque
Piensa en una persona, altamente precavida, que tiene frente a ella dos opciones para caminar por la calle. Puede tomar el camino empedrado o el pavimentado. Como es muy cuidadosa, decide tomar el pavimentado porque dice: “no quiero caerme”.
Comienza a caminar tranquila y cuidadosamente, teniendo en mente su decisión de “no quiero caerme” y de pronto, sin saber cómo, se encuentra tirada en el piso. ¿Qué sucedió? Pues que puso su enfoque en lo que no quería en vez de enfocarse en lo que sí deseaba.
El pensamiento debió ser algo como: “quiero caminar con seguridad”, ya que, al pensar en algo, nuestra mente creará imágenes representando esos pensamientos, sin distinguir si es o no lo que deseamos, y aún más importante, hará lo necesario para que traigas a tu vida justo eso que estás visualizando.
Es MUY peligroso pensar cuando no se sabe pensar con el enfoque correcto.
Tus palabras tienen poder
Pon mucha atención en la manera en que te expresas, pon especial atención a la forma en que te refieres a ti y en el cómo te hablas a ti mismo.
Si al poner tu café sobre tu escritorio, cerca de la computadora dices: “y que se me fuera cayendo” ¿adivina qué es lo que sucederá?
Y peor aún si, ya que se te cayó el café sobre la computadora, automáticamente exclamas: “qué tonto soy”, pues como el subconsciente no distingue entre lo real y lo ficticio, su respuesta será obedecer a tu orden y te ayudará a actuar como un verdadero tonto.
Controla tus pensamientos y piensa antes de hablar
Cada vez que te sorprendas teniendo pensamientos tóxicos o negativos, cancélalos y cambiarlos por pensamientos positivos.
Al tomar decisiones, piensa en lo que sí deseas que suceda y crea esa imagen en tu mente. Evita pensar y visualizar lo contrario. Elimina las imágenes de todo aquello que podría salir mal y enfócate en los detalles de tu ideal materializado.
Que todas tus palabras sean positivas y productivas. Y cuando digas algo negativo, cámbialo de inmediato por el formato positivo.
Y lo más poderoso de todo esto: NO TE QUEJES… AGRADECE.
Siempre es posible encontrar razones para agradecer, te reto a hacerlo… Estoy segura de que los resultados te van a sorprender.