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Dentro de la luminosidad de su mirada, bajo su caricia apacible, recreo los momentos en los cuales al arrullo de su voz profunda y angelical he tenido la dicha de compartir con mi madre. Recuentos de historias que se entretejen a lo largo de toda una vida, mi vida y la de ella. Mi sonrisa continúa bailando como bailarinas de un ballet al cual las rutinas recrean una danza sin igual. ¡Es tanto el júbilo y tan pocas mis palabras!

Trato de escoger las mejores, las selecciono de una variedad de sonidos y significados, algunas vuelan como pájaros para después dispersarse entre las corrientes de aire dejándose llevar por el planeo de sus alas. Me convierto en nómada, en un estado de mi tiempo, tiempo que se agota poco a poco y que al final quedará convertido en un silencio dando gritos esporádicos de un segmento que se fue.

¿De qué forma darle las gracias? Por esculpir mi existir en base de la fuerza inequívoca que otorga el creador llamada amor. Hoy que observo de distinta forma, que percibo y concientizo cada movimiento, cada paso por muy sosiego que este sea. Pero siempre con la convicción de lo que a mi madre le hace ponerse feliz, con sencillez. Amarla y amar a mi familia.

Hoy que estoy junto con ella, en cada paisaje que observa, en cada tejido que toca, logrando crear con sus manos fantásticas obras, ella tiene un don de unir hilos y a través del conteo de un derecho y un revés logra su cometido confeccionando prendas únicas y bellas.

Escuchar su voz, sus consejos, es paz que se convierte en mi calma, es el orden al cual estoy convencido ha sido la fórmula mágica para crear el bien.

Hoy me he quedado quietecito, como cuando de niño mientras mi madre me arropaba entre sus brazos yo permanecía viajando a través de sus castaños ojos, descubría nuevos sentidos y tarareaba la música del descanso, ella, con una de sus manos, me alisaba mis cabellos y me decía cuánto me amaba. Al tiempo que mis ojos se cerraban y apenas audible escuchaba “duérmete mi niño, duérmete ya”

Para mi madre, con todo mi cariño y gratitud.

Se los comparte su amigo de la eterna sonrisa.

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