De la historia de Pancho Villa se han escrito decenas de libros, cientos de artículos, documentales, películas, series, etc., etc., de los cuales no existe una sola publicación o representación del Centauro del Norte que sea cien por ciento fidedigna, ni siquiera los estudiosos de su figura o los historiadores dan cuenta exacta de quien fue en realidad el General Francisco Villa.
Una brevísima semblanza de lo que se sabe es que nació en San Juan del Río, Durango en 1878 con el nombre de José Doroteo Arango Arámbula, siendo el mayor de los hijos de un matrimonio de campesinos humildes, al morir su padre siendo él aún niño se vio obligado a asumir la responsabilidad de ayudar a la economía de la familia.
Se dice que en su adolescencia se suscitó un hecho que no está claro, alguien de la hacienda para la que trabajaba la familia, ya sea el mismo propietario de esta, o su hijo o un capataz, trato de abusar de una de las hermanas de Doroteo Arango, este por defenderla tomó un arma y disparó al sujeto, algunos historiadores dudan que este hecho sea real, piensan que se creó esta historia para romantizar el hecho de que el joven cometió un delito, se fugó y se unió a una banda de delincuentes que lo mismo atracaban transeúntes que asaltaban haciendas, asesinaban inocentes y robaban ganado.
A partir de la historia de la defensa de su hermana, el joven fugitivo cambia su nombre al de Francisco Villa y comienza así la leyenda de Pancho Villa más que su carácter histórico, el que sin duda alguna tiene algunas hazañas comprobables pero que está rodeado de narraciones que pertenecen más al imaginario colectivo que a la realidad.
El personaje de Pancho Villa por su relevancia en su actuación dentro del movimiento revolucionario tiene seguidores y detractores, los primeros lo muestran como una persona agradable, recta, carismática, benefactora del pueblo y defensora de los campesinos; los segundos dan cuenta de sus acciones salvajes, de la crueldad con que trataba a los prisioneros, de su deleite al torturar a quienes caían en sus manos y la frialdad con que mataba sin miramiento alguno y la violencia con que arrasaba pueblos y haciendas robando cuanto podía, violando mujeres y aplicando la leva en niños para unirlos a la lucha armada.
Pero hay un factor que se señala en escritos y testimonios de quienes fueran sus contemporáneos, de sus historiadores y aun de sus propios descendientes. Aunque se acusaba a Villa de ser un abusador de mujeres, los testimonios que se pueden encontrar en libros, artículos, e incluso en documentales sobre su vida, es que era en realidad respetuoso de las mujeres, es un decir popular que el General Villa mandaba fusilar a quien se atreviera a violar a una mujer, era algo totalmente inaceptable para el, quizá de ahí es que se cree que el intento de violación a su hermana fue real, o quizá debido al hecho de que repudiara a los violadores se creo la historia del origen de su incursión a la delincuencia para justificar sus actos indebidos.
Señalan los descendientes del General que Francisco Villa aconsejaba a los miembros de sus tropas a no violentar a las mujeres, les decía que si alguna joven les gustaba, que la pretendieran, que hablaran con los padres y que se casaran con ellas, cínicamente les decía que entre un pueblo y otro no había comunicación por lo que nadie se enteraría si estaban casados por aquí o por allá y las jóvenes tendrían salva su reputación al dejar las tropas los pueblos ocupados.
Cierto o no lo anterior, el caso es que el mismo Pancho Villa contrajo matrimonio legalmente alrededor de 75 veces, en ese decir, existe testimonio en los archivos de las oficinas del Registro Civil de diferentes poblaciones de al menos 23 (algunos biógrafos mencionan 38, pero solo 23 están debidamente documentados) de esos matrimonios, todos ellos civiles y muchos de ellos también religiosos.
Buscando en redes sociales y en las plataformas de información así como recorriendo los diferentes documentales, se puede confirmar que de esos matrimonios Villa engendro alrededor de 25 hijos a los cuales reconoció legalmente.
Aun sin ser un hombre físicamente guapo, el carisma de Villa crecía por su recia personalidad, era un hombre joven, viril, atractivo, tenía una imagen arrolladora como líder revolucionario además de la fama de ser excelente tirador y un estratega nato, fue el primer General en utilizar el ferrocarril para el traslado de las tropas y armamento, se decía además que así como era implacable con los enemigos era generoso con sus seguidores y un amante gentil y caballeroso con sus mujeres algunas de las cuales se llegaron a enterar de la existencia de otras sin que se registrara algún conflicto entre ellas.
Héroe, líder revolucionario, libertador de campesinos, benefactor de los pobres, azote de los ricos, cuatrero, asesino, asaltante, sea cual sea la faceta que se vea de Francisco Villa no deja de ser impactante, más aún cuando se lee su historia final que en realidad no compete al tema de este artículo. Villa, más que un personaje histórico cae en la categoría del mito y la leyenda, y así es como lo recuerda la generalidad de los mexicanos, así se le quiere y se le admira, como el héroe bravío, el hombre aguerrido y valiente que dio el todo por la liberación del campesinado.