Sin duda alguna el deseo ferviente de todo jugador de futbol, aun en equipos llaneros, es jugar, estar en una cancha de futbol pateando un balón y escuchar a la afición corear y gritar gooool.
Esto en el profesionalismo cambia radicalmente, ya depende de muchos factores el que un jugador pueda estar en la cancha, pero no quiero ahondar en polémicas ya que generalmente no se llega a una conclusión que deje satisfechos a todos.
Lo que quiero expresar aquí es una opinión personal del traspaso de un referente americanista al odiado rival chivas de Guadalajara.
He leído y escuchado en muchos noticieros y publicaciones en redes sociales, que Oribe es un traidor a los colores del equipo y hasta le desean que le valla mal, cosa que me parece muy penoso en algunos casos, por todo lo que llegan a hacer como aficionados, fanáticos de un equipo profesional de futbol.
Para muchos americanistas es una traición o para la mayoría, hay mucho ardor aunque no lo quieran reconocer, algunos otros con frases de apoyo se resignan a que ya no estará más en el club y viendo todo eso, me pongo a pensar -en una frase peñanietesca – “que harían ustedes”.
Oribe sabía perfectamente que difícilmente sería titular, que tendría pocos minutos, esto después de hablar con la directiva y el técnico, me atrevo a pensar que así fue, en ese entendido se le abren las puertas para buscar una mejor opción, como todos siempre buscamos lo mejor para uno mismo y nuestra familia, si solo Guadalajara lo recibe, como haya sido la negociación, fue el único equipo que lo busco, que lo va a poner a jugar como él quiere, le van a pagar lo que él quiere, pues sin pensarlo, decide salir.
Lo que es realmente triste es que la afición americanista se le vaya encima calificándolo de traidor y una serie de cosas que no quisiera exponer aquí. Mientras estuvo en el equipo era el mejor de México y ahora que decide salir para estar mejor le tunden con todo, creo que las aficiones que se sienten o se autonombran las mejores, deberían de mostrarlo de diferente forma, ahora mismo veo fanáticos que serían capaces de cualquier cosa, con todo lo que publican y dicen es de pensarse. Creo que llevan el juego de futbol a los límites y algunos casos rebasan esos límites.
Un negocio que está diseñado al entretenimiento perdió la esencia y el espíritu de lo que realmente debería reflejar, culpa de los dueños o la publicidad ustedes deciden, es otro tema que seguramente habrá usted comentado en familia o con amigos, por lo pronto, este traspaso de un referente americanista duele en ambas aficiones.
Un consejo si quiere tomarlo y si es aficionado al futbol, disfrute el deporte y juego como lo que es y el tiempo que dura un juego, 90 a 95 minutos donde se pueden ver jugadas espectaculares goles increíbles, que en realidad ese es el espectáculo ya sea en el estadio o por televisión, disfrútelo y después deje a un lado si perdió o gano su equipo favorito.
