El rock de la Cárcel nos pone a todos a bailar, pero la realidad que viven en los penales es otra muy distinta, en donde ocurren cosas misteriosas y paranormales, ruidos extraños y apariciones de fantasmas de reos que murieron en ese lugar.
El siguiente relato nos cuenta una de esas leyendas de fantasmas que se viven en las penitenciarías, sucedió en el 2012 en el CERESO de Cadereyta en el edificio llamado Apodaca.
La siguiente historia circula por los grupos de misterios y terror y la mandaron al nuestro: “Mitos y Leyendas de Monterrey y del Mundo”, llegó de manera anónima y dice que él fue internado en el 2012 por un delito menor:
“Yo vivía en el edificio Apodaca y haciendo conocidos con los reos que ya tenían años internados platicaba que en el año 2011 hubo un motín en donde hubo muchos muertos, calcinados y heridos”.
“La mayoría de los muertos fue en el edificio Benito color azul del piso 2 y cuando yo llegué lo tenían cerrado nadie vivía en ese pasillo”, porque dicen que ahí asustaban.
En la madrugada daba el olor a cigarro
Al paso del tiempo empezaron a llegar más personas al CERESO, muchos más, era tanto el hacinamiento que tuvieron que abrir el área cerrada y meter ahí a los nuevos que iban llegando.
“Un conocido que vivía ahí dice que en la madrugada daba el olor a cigarro y que se despertó y todos estaban dormidos, también dice que escuchó el abrir de los candados de las celdas en la madrugada”, lo cual era casi imposible ya que ahí abren las puertas a las 5 de la mañana.
“Él se despertó y la celda estaba cerrada con candado y después vio a un hombre frente a él”, pero se miraba extraño y misterioso, nunca lo había visto por lo que “buscamos a uno de los que ya tenían tiempo recluidos ahí y le platicó como era el hombre –se lo describió- y todo y dijo sí -uno como al que me platicas ahí murió”.
Se escucharon unos gritos y lamentos
“Después yo me metí a trabajar a la cocina en el turno de noche y un día me tocó ir de madrugada a tirar la basura; pero tenías que recorrer buen tramo a solas, sólo te miraban los policías de las torres -que están de guardia vigilando- cuando llegó al tiradero de la basura se escucharon unos gritos y lamentos muy fuertes, se me puso la piel chinita y tiré todo y regrese rápido, no le platiqué a nadie”. Por temor a las burlas y al qué dirán, tal vez lo hubieran juzgado de loco.
“Después salí de trabajar de ahí y después de 3 años salí libre y ya jamás volví a saber nada de ese lugar”, ni quiero regresar para saberlo.
Aunque tratamos de buscar sobre el motín del 2011, no encontramos nada, tal vez no lo registraron o no se enteró la prensa, pero sí encontramos que en el mes de octubre del año 2017, cuando un reo fue asesinado y quemado, desató una revuelta que terminó en un verdadero baño de sangre ya que el saldo final fue de 17 muertos y varios heridos.
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