Nada ha sido casualidad, todo sucede a causa de la estrategia para guiarme al camino que ya estaba trazado para mi vida… Un camino definido con cientos de aristas.
Nada, absolutamente nada ha sido casualidad en mi vida. Todo estaba perfectamente diseñado desde el origen de mi origen. Todas las opciones contempladas, todas las posibilidades previstas… Todos los accidentes provocados para llevarme cada vez a un nuevo y asombroso punto de partida.
Cada decisión que he tomado ya tenía una reacción, un efecto ya considerado. No es castigo, no es un premio, es solamente un resultado que, sin yo saberlo, ya estaba calculado.
No fue magia ni milagro
Cada paso me acerca a un nuevo abanico de oportunidades, en donde yo debo decidir, con absoluta libertad, en cuál camino seguir.
Cada decisión tiene un resultado, que, cuando no me gusta, parece la consecuencia de algún pecado, y sin embargo, no es tal… Es simplemente el lógico y natural efecto de la decisión que haya tomado.
Cuando lo que obtengo es agradable, bueno y conveniente, no es magia ni milagro, es simplemente el resultado de haber tomado el camino adecuado.
Con un nuevo calzado
Tantas veces me he encontrado caminando sobre caminos ya andados… Pero ¿Por qué no lo había notado? Es el mismo camino por el que pasé tantas veces que hasta se rompieron mis zapatos… y entonces, con mis pies descalzos, supe que ese era el camino adecuado, pero mi corazón no estaba preparado.
Fue necesario sentir las piedras en la planta de mis pies, la tierra entre mis dedos y las ampollas reventarse para poder entender que nada es casualidad… Todo ha sucedido tal y como tenía que ser.
Después de hacer una pausa para sanar las heridas, aprendí que no podía retroceder… Los viejos caminos ya no existían… La única opción es seguir avanzando, la única opción es continuar con mi vida. La única opción es dibujar en mi rostro una nueva sonrisa.
Y al tomar la decisión de continuar caminando, fue cuando la magia se creó desde mi interior… Ahora mis pies están protegidos con el calzado de la experiencia, gruesas suelas de sabiduría y atados con los fuertes lazos del amor de mi familia… Es así como el milagro sucedió.