Niño rebelde

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La noche es fría y peligrosa,
Mi corazón preguntándose
¿En dónde estás tú?
Pongo mi mano en mi pecho,
Cierro mi puño tratando de tomar
Parte de mi ser, para soportar la
Angustia de no saber de ti.

Te marchas pero no regresas,
Tomando un camino desconocido,
De la escuela, al trabajo
y después ¿a dónde?
Te llamo, pero me bloqueas
No quieres que sepa, que estas
Haciendo,

Te es fácil andar,
Sin mirar el peligro
Por aquí, por allá,
Con libertad.

La ciudad es grande,
El mal ronda entre los mortales,
Las buenas intenciones se esfuman,
La juventud es presa segura

Te imagino caminando entre las
Sombras, ocultando tus actos,
Pero me traiciona el miedo,
He imagino lo peor.

Las horas pasan, volviéndose un tormento,
Tormento que siento eterno,
Al no verte pasar la puerta de la casa,
Tormento minuto a minuto.

Mis lágrimas resbalan por mis mejillas,
Por la impotencia de querer saber la verdad,
Una verdad que aunque no quieras,
Dios la conoce, ¡Oh! Leonardo.

En veces eres Edgar, en veces Leonardo,
¿Con cuál de los dos podre razonar?
¿Cuál de los dos podrá comprender?
¿Cuándo soltaras la necedad y entraras en la cordura?

Hijo de mis dolores,
Hijo de mis angustias,
Joven arrebatado,
Niño rebelde.

Vives con hambre,
Queriendo comerte el mundo,
Un mundo que no perdona
Las malas decisiones

No quieres consejos,
No anhelas soluciones
Solo quieres lo que tu razón
E inexperiencia te pide

Yo hace algunos años,
Estuve en tus zapatos,
Cometí errores, pero no acabe
Con mis progenitores

¿Cómo detenerte?
¿Cómo encerrarte?
Si ya eres grande,
Por fuera eres un joven
Pero dentro eres un Niño Rebelde

Solo la fe en el eterno Dios,
Me mantiene viva,
Esperando tu arrepentimiento,
Esperando un cambio.

Anhelando tu pronta madurez,
Rogando en oración,
Esperando una respuesta,
El resultado de Dios.