Hoy, 18 de julio, se celebra el Día Internacional de Nelson Mandela, una fecha para recordar y honrar la vida y la obra de uno de los líderes más admirados y respetados del mundo.
¿Qué hizo Nelson Mandela para merecer este reconocimiento? ¿Qué podemos aprender de su ejemplo?
Nelson Mandela nació en 1918 en una aldea de Sudáfrica, en el seno de una familia de origen real. Desde joven se interesó por la política y la justicia social, y se unió al Congreso Nacional Africano (CNA), un partido que defendía los derechos de la mayoría negra frente a la opresión de la minoría blanca.
En 1948, el gobierno sudafricano instauró el apartheid, un sistema de segregación racial que sometía a los negros a condiciones de vida indignas y les negaba cualquier participación política. Mandela se opuso al apartheid con protestas pacíficas, pero también con acciones armadas cuando fue necesario. Por su lucha, fue perseguido, encarcelado y condenado a cadena perpetua.
Mandela pasó 27 años en la cárcel, donde sufrió maltratos, aislamiento y enfermedades. Sin embargo, nunca perdió la esperanza ni el espíritu de resistencia. Desde su celda, siguió siendo un referente moral y político para su pueblo y para el mundo. También mantuvo un diálogo secreto con el gobierno para buscar una salida pacífica al conflicto.
En 1990, Mandela fue liberado gracias a la presión internacional y al cambio de actitud del presidente Frederik de Klerk, que inició un proceso de reformas democráticas. Mandela se convirtió en el líder del CNA y negoció con el gobierno el fin del apartheid y la convocatoria de elecciones libres y multirraciales.
En 1994, Mandela ganó las elecciones y se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica. Su gobierno se dedicó a reconciliar a una nación dividida por el odio y la violencia, a promover los derechos humanos, la igualdad, la educación y el desarrollo social. Mandela también impulsó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, un órgano que investigó los crímenes del apartheid y ofreció perdón a los arrepentidos.
Mandela se retiró de la política en 1999, pero siguió siendo un activista por la paz, la democracia y las causas humanitarias hasta su muerte en 2013. Su legado es una inspiración para millones de personas que luchan por un mundo más justo y solidario.
El Día Internacional de Nelson Mandela es una oportunidad para recordar sus valores, sus principios y sus acciones. También es una invitación a seguir su ejemplo y a contribuir con pequeñas cosas en nuestras propias comunidades. Como dijo él mismo: «Sea cual sea el problema que nos preocupe, debemos recordar que no podemos resolverlo solos».
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