Neko

Aquél Neko, no en serio literal el Neko se llama Neko; ¡oh! ¡Tan juguetón! ¡tan lleno de energía!

Aquél Neko llamado Neko, tan misterioso, cariñoso y amable; que se desliza su cola y ronronea, me mira fijamente y yo caigo fugazmente.

Lo miro, lo miro y lo sigo mirando, con cosas tan sencillas revienta mis emociones, se manifiestan en un gran estallido de juegos pirotécnicos en el cielo de mi alma y bondad.

Literalmente el Neko que se llama Neko, revienta, revolotea, salta y contempla los movimientos existenciales de la raza humana.

Me encanta Neko, que tiene por nombre Neko.

Los animales son de suma importancia, la mayoría de las personas los ven posiblemente como mascotas, mas siempre tienen algo, como alguna esencia, nos ayudan a mejorar cuando estamos tristes y estresados; nos causan en otras ocasiones una gran felicidad. Es una gran enseñanza de que podemos relacionarnos con otros seres vivos, existentes dentro de nuestra geografía.

Entonces si podemos lograr esto, también podemos mejorar nuestras relaciones con otras personas a pesar de las diferentes características que tengamos; así como aceptamos las diferencias que tenemos con nuestras mascotas; o simplemente con los animales que se encuentran en nuestro alrededor; algún conejo o un pájaro.

Hay que cuidarlos, como a nosotros nos gustaría que nos cuidaran y/o como quisiéramos que nos trataran; sobre todo porque ellos no se pueden defender o hablar; si podemos hacer eso; también podemos hacer lo mismo con otras personas.

Porque sabemos a la perfección que los niños necesitan ayuda, los adultos mayores igual, algunas otras personas necesitan ayuda para poder oír o caminar; tenemos la enorme capacidad de brindar apoyo de alguna u otra manera.

Tal vez pueda que te sientas a veces que no ayudas demasiado, pero aunque sea un pequeño gesto, tú estás generando un cambio dentro de la sociedad, y si logras compartir o convencer a alguien que haga lo mismo, se forma una cadena; así es como se logran los cambios.