Nancy, Hoy…
No se si fue real o me lo imaginé pero te miré y extrañé tu presencia. Mi corazón aún continúa con vida para seguir amándote. Yo te protegeré, te veré sonreír, a la distancia. Con paciencia cuidaré de ti.
Lloraré al ver cómo te enamoras de otro. Seré tu ángel y sonreiré al verte feliz. Recordaré tu voz pero, la mía no. Le mostraré a mi alma el mar de emociones que causaste. No te olvidaré, no lo haré jamás. No dejaré de amarte pues incluso en la muerte pensaré en ti. Te amaré a ti Nancy. Te encontraré de nuevo, haré que así sea.
Bailaré junto a ti. De frente al amanecer de tus ojos al abrirse. Te soñaré hasta que mis labios dejen de cicatrizar por tus besos ficticios. Despertaré feliz al haberte visto en mis sueños. Ya no elegiré amarte en la distancia. Pronunciare tu nombre; Nancy. Cortaré las cadenas, romperé los cerrojos y abriré las puertas de tu corazón. Un día llegaré gritando ¡Nancy, Nancy! Y entonces te besaré de la manera en que hubieras querido. Algún día mirando en el pasado me reclamaré el porqué jamás te dije de frente lo que yo siento. Buscaré una y otra vez esos momentos en que nuestras miradas chocaban, viviré en ellos y ya no esconderé mis sentimientos.
Nancy. Es el nombre de la chica que amó.
Y aunque tus labios nunca me besen yo seré tu poeta. Y aunque tus ojos nunca vuelvan a mirarme yo te veré a ti. Y aunque nunca vea nuestros nombres juntos yo te daré mi corazón sólo a ti Nancy.
Ahora que no estoy presente en tu vida (¿o
es qué nunca lo estuve? No lo sé pero me gustaba pensar que era así pues me enamoré de ti Nancy)
Soportaré cuando alguien más entre a tu corazón.
Me aguantaré las ganas de querer ser yo y me quedaré sentado viendo cómo él entra en las puertas que yo abrí. No escribiré más pues es inútil tirar una carta al suelo y esperar que seas tu quien la leerá. Pasaré por tu lado esperando a que puedas verme, pero, no lo harás por qué después de mi muerte tu me olvidarás.
Día con día busco tu mirar, noche tras noche mi soñar está sólo en ti. Intento escapar pero no lo consigo, la muerte es ahora mi nuevo hogar y la vida es el tuyo.
Te he amado desde que te volví a ver y sin embargo jamás te lo dije. Y ahora sé que ya no escucharé tu dulce voz más que en mis alucinaciones. No existen canciones románticas que pueda cantar y lograr que yo respiré aire para poder vivir sin ti.
Tu Nancy eres el sol oculto en la niebla, eres lo imposible, eres el latir inalcanzable.