Tantas veces me he preguntado:
¿A dónde voy?
Bajo esta lluvia de estrellas que son mi bella esperanza en este naufragio de dolor, que cada noche se disimula al calor de la mi fogata cuando comienzo a esculpir tu cuerpo.
Ángel amante que cada día me dejas tu aliento de amor.
Eres bella y tierna flor en cada amanecer, que te has convertido en lo mejor que ha llegado a mi vida.
Porque aún después de la muerte quiero habitar tu corazón,
Porque eres incomparable, querida amiga, mujer amante que siempre te recuerdo bajo la lluvia,
Así, cada noche te escribiré un poema, para no ser solo un recuerdo en tu hermoso horizonte, en cada noche, en un corazón frío.
Al oído te he preguntado ¿Alguna vez me amaste?,
Y me he preguntado: ¿por qué te amo?
Si aún tienes aquel necio murmullo de una desilusión, que es mi mayor enemigo en la danza de amor, que en cada despertar me deja cicatrices de pasión en mi corazón enamorado.
No son palabras de un pensamiento, de una promesa, de un sincero recuerdo que dejas en mi alma en solo un destierro.
Quédate conmigo haciendo un recuento de cuando llega el perdón,
De cuando te lleve la vida.
Abraza mi destino para besarte en una carta cada mañana,
Y en silencio respirar tu esencia, que soy ladrón de tu mirada,
Y tomaré de la mano mi destino para despertar juntos de un sueño tan real.
Que te extraño en un te quiero,
Mientras me pregunto:
¿ Qué eres en mi vida?
Eres la rosa mas hermosa de mi edén , el mas grande tesoro que tengo en mi vida.
¿sabes, amor?
En mi tierra no existe el olvido y el te extraño,
El tiempo se sigue cuando te amo, que a veces tengo miedo,
Que deseo decirte: Toma de mí la nostalgia que habita mi ser,
Que soy temeroso de borrar en algún sueño tu recuerdo,
No sé si fue tu voz o tu boca, que deseo escribirte en le viento, deambulando por amarte.
Dime, me enamoré en aquella sintonía de una hermosa canción,
De quien supo darme su amor como lo hacia mi madre, y será bendecida con aquel hermoso velo de novia, por que ya no será una manzana prohibida.
Solo será un recuerdo aquella carta escrita a un querido amigo donde decía:
Gracias, Padre, por la dicha de entregarle a mi vida un hermoso Ángel.