Todo comenzó a distorsionarse la noche después de sus lágrimas contándome sobre aquel que solía jugar con ella, aquella historia que se repetía como un círculo vicioso y sin salida….
Tres semanas después de mi viaje por la Patagonia, al abrir la puerta sólo sale él a recibirme….no escucho sus risas, ni la música que acostumbra escuchar a un alto volumen que molestaba a todos los vecinos…nada, nadie…sólo él sale a recibirme con la mirada perdida como si llevara días extrañándola, entro a su habitación y no hay nada, nada que pudiera decirme en donde estaba, nada que pudiera recordármela…..parecía como si nadie más además de mi perro y yo habitáramos el lugar.
Lo único que había dejado, y seguro fue por olvido, era aquel viejo cd que escuchamos ese día hasta el amanecer, sí aquel día en que por primera vez en 6 años de conocernos abrió su corazón para mí, contándome sobre aquel intruso casado que invadía su mente y algo más….
Recorrí cada habitación del loft que compartíamos en desde hacía ya 3 años en busca de alguna nota o algo que me pudiera decir en donde encontrarla, su habitación estaba vacía….no había ni una sola foto, tachuela, colillas de cigarro o algún indicio de ella, parecía como que sólo yo habitaba ese espacio, y claro, mi perro….
Pensé que llamaría más tarde como acostumbraba para avisar que salió y olvido alimentar a Froozy….recostado en mi habitación poco a poco fui quedándome dormido, esperando esa llamada, o que mejor aún llegara a despertarme para salir a pasear y cenar algo, tal vez sushi, y no, no llamó, no llegó….
Al día siguiente intenté localizarla en el móvil pero no tuve éxito,comencé a preocuparme, y lo que es peor, a extrañarla, a necesitarla…pasaron varios días, no sé cuáles ni cuantos, sólo sé que no volvía y mientras más pasaba el tiempo, más la necesitaba, su móvil había cambiado ya solo escuchaba la grabación de un número inexistente. Creí estar enloqueciendo, comenzaba a creer que mi amiga era solo producto de mi imaginación frustrada por la soledad de un soltero pasado de los 30, pero no, su recuerdo era tan real, que su perfume seguía impregnado en su lado del sofá, en el que me había descubierto durmiendo abrazado a su recuerdo, a caso me estaba volviendo loco su ausencia?
De pronto, escucho el ruido de la puerta, eran sus llaves, sí era ella!!! había regresado y corrí a abrazarla a darle la bienvenida y preguntar si estaba bien, y a qué debía su extraña huída…ella rechazó mis brazos y dijo con tono imperativo:
-siéntate! he regresado para hablar -hablar?
Te vas sin despedirte, sin dejar un mensaje, sin dejar huella y regresas tan fría y a decirme tenemos que hablar? Cuando tú siempre me pediste evitar ese tipo de palabrerías de los noviazgos y me dejaste claro que no tendríamos uno ni en sueños? Que no seríamos más que compañeros de departamento? Ahora vuelves y No hay ni un te extrañé y por eso volví…solo quieres HABLAR?
Ok, recuperé la calma, me senté en el que ella llamaba su lado del sofá y no dijo nada, me permitió hacerlo, lo que nunca antes de su repentina desaparición hubiera sucedido -y bien?
-Y bien? No te imaginas nada?-
– Mmmm no, encontraste a alguien? Por fin tu amado dejó a su esposa?
– No, nada de eso, veo que ni con mi ausencia entendiste algo
– Algo? Algo de qué? Anda ya dime no ves mi desesperación por saber?
– Muy bien ya veo que no notaste que el día que «desaparecí» fue justo el día en que se cumplirían 3 años de estar aquí compartiendo apartamento contigo, escuchando siempre sobre tus aventuras, secando tus lágrimas cuando alguna de tus mujeres te rompía el corazón, escuchando horas sobre tus largos viajes de trabajo, cocinando para ti, dándote masaje para relajarte, siendo tu incondicional, esperando que algún día llegaras y te dieras cuenta de que estaba yo ahí para ti, dispuesta a tragarme mis ridículas palabras sobre el amor y el «no amoríos entre nosotros» me enamoré lo entiendes?
Y no te dabas cuenta, así que me cansé y ese día decidí renunciar a todo, a ti, a lo nuestro, a este lugar que me encanta, a Frozzy, a nuestra amistad pero…sus lágrimas callaron su voz y un inmenso silencio surgió en la habitación, ni siquiera Froozy se atrevió a interrumpirlo, solo nos miraba echado en su cama, y yo, estaba petrificado, sin saber qué hacer o qué decir, solo se me ocurrió lo peor, callar…
-Y bien?
– Y bien?
– Ves? Acabo de explicarte mi partida y solo dices y bien?
– No sé qué decir, me conoces bien, soy muy tonto cuando de expresar mis sentimientos se trata, pero si de algo sirve, quiero que sepas que te eché de menos, extrañé tus locuras, tus cenas inventadas, tus historias, tus consejos, tu aroma, el humo de tus cigarros nocturnos en el balcón, tu música cursi a todo volumen, tus risas, y todo de ti
– Entonces? También me amas?
No supe responder, solo la tomé fuerte entre mis brazos y la besé como nunca antes había besado…y sí, terminamos en su habitación vacía, al día siguiente preparó el desayuno, la miré y entonces comprendí que aquella mujer era la indicada, no sabía si sería para siempre, pues ella solía decir :
-«para siempre es mucho tiempo, ni siquiera se sabe cuanto tiempo es en realidad, pero no sé si yo pueda estar con alguien para siempre, suena aburrido»- pero estábamos ahí habiéndonos prometido amistad para una vida (así le gustaba en lugar del para siempre) mientras la miraba cocinar, por mi mente solo pasaba un «yo sí podría estar PARA SIEMPRE así contigo…»