Después de estarlo cuidando por dos semanas, el día que se va a descansar, muere su padre y de una manera misteriosa va a despedirse de su hijo a su manera, antes de partir al más allá.
Esta historia que sucedió en Monterrey llegó a nuestro grupo de Mitos y Leyendas de Monterrey y del Mundo y le sucedió a Josué Dreyfus, quien agradeció a Dios que le permitió pasar junto a su padre los últimos días de su vida.
Josué nos narra lo siguiente: “Buenas noches quiero contar mi historia que es relacionada con el día del Padre, mi padre falleció hace 4 años, después de una larga agonía en la clínica 33, durante poco más de 2 semanas yo lo cuidaba durante las noches”.
“Una noche antes de fallecer ya no podía físicamente cuidarlo y ese día casualmente fueron a visitarlo mi tía (la hermana de él), el esposo de mi tía, mi madre y mi hermana se quedaron hasta tarde, eran ya como las 10:30 y estábamos todos allí, la enfermera jefa de piso, al darse cuenta de que había mucha gente en la habitación nos llamó la atención y nos corrió a todos” y les recordó la regla de que por la noche sólo se podía quedar una persona”.
Su madre al verlo muy cansado le dijo que se fuera a descansar y ella se quedó con su esposo, el joven fue a la cocina para preparar algo para la cena y hasta ese momento todo iba normal, pero… “como a las 5 de la mañana me llama mi madre al celular para avisarme que llevará los documentos de mi padre y la ropa con la que lo íbamos a velar ya que había fallecido”.
Me encontré en el suelo una foto de mi padre
Nuevamente va la cocina, pero ahora ocurrió algo extraño y diferente ya que: “me encontré en el suelo una foto de mi padre de joven, siendo que en la media noche que llegué, esa foto no estaba allí, la tomé y pensé que mi padre querría quizás que esa foto fuera la que usáramos para el velatorio, pues la tomé conmigo”.
Después cómo a las 6:00 de la mañana cuando ya iba camino a la clínica en un auto de alquiler, con las cosas que le había encargado su madre y con la foto que se había encontrado tirada… “El taxista me saluda y me dice: —para donde te llevo?— y en eso me dijo una palabra que sólo usamos en la familia, por parte de mi padre, de cariño que es con las que nos hablamos algunos primos y con la que se saludan mis tíos, me dio miedo voltear en ese momento a ver el taxista, hasta de rato lo hice y yo no le dije para qué iba a la clínica pero me iba dando consejos de cómo seguir en la vida y que me portara bien. Quiero pensar que mi padre de alguna manera se despidió de mí a través de él y le agradezco mucho a Dios que sus últimos días de vida tuve la oportunidad de cuidarlo”.
De alguna manera, Josué sintió que su padre fue a despedirse de él y a través de la voz del taxista que le dio consejos para que siguiera la vida sin él y se portara bien.
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