Te miras al espejo y te notas diferente. Has dejado atrás media vida y hoy es un nuevo comienzo. Pero ¿cómo se debe aprender a vivir sin la rutina que llevabas? ¿cómo pretendes sanar las heridas que este proceso te llevó? ¿Qué pasará ahora con tus hijos (si es que los hay)?
Son tantas las preguntas y miedos que una mujer recién divorciada tiene que enfrentar. Primero te diré que ahora en esta nueva etapa, tienes que empezar a desenterrar a la mujer que un día fuiste antes de casarte. Tienes que recuperar tu autoestima. Cualquier razón que hayas tenido para divorciarte, seguramente te causó conflictos y diversas emociones. Debes poner una pausa en tu día a día y sanar poco a poco todo aquello.
He aquí unos tips para ir emergiendo y salir con confianza al mundo:
- Cada mañana frente al espejo deberás decirte lo mucho que te quieres y lo valiente que haz sido. Sin olvidar decirte todo lo que te gusta de ti misma.
- Sonríe. Aunque por dentro no estés aún lista para ver la vida de colores, te ayudará a sentirte mejor. Eso está comprobado.
- Trata de hacer alguna actividad que te guste: Ya sea caminar, hacer ejercicio, leer, escribir, cocinar algo especial. Cualquier actividad que te obligue a no estar pensando en lo pasado.
- Abraza mucho a tus hijos y diles cuánto los amas, no importa la edad que tengan.
- Escribe al final del día cómo te sentiste y qué cosas deberías de mejorar.
- Ten siempre proyectos como ahorrar, hacer un viaje, emprender un negocio, conocer gente nueva.
La vida es un interminable cúmulo de aprendizajes, pero si tú te sientes bien por dentro, obviamente lo vas a reflejar.
¡Éxito en tu vida! ¡Tú, puedes!
