Magia en la cocina

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Es increíble lo que se puede hacer con un par de papas y un poco de jamón. Podrías preparar una aburrida cena sin mayor chiste o el mejor de los platillos para una cena tipo gourmet. El resultado depende, en gran parte, de la actitud con la que lo prepares y lo sirvas. El entusiasmo puede hacer brotar la magia y el ingenio desde el fondo de tu corazón.

Lo que determina hacer o no magia con lo que tenemos, es lo que tenemos en nuestra mente.

La actitud y las creencias nos pueden frenar o impulsar.

Una actitud gris y negativa, te hará dudar de tus capacidades y terminarás con depresión, frustración y angustia.

Por el contrario, una actitud positiva, ilumina tu entorno, te hace brillar, refuerza la auto confianza y la credibilidad que provocas en quienes te rodean. Con actitud positiva, lograrás hacer lo que te propongas porque tienes el entusiasmo para buscar la manera de hacerlo… Y si fallas, lo volverás a intentar hasta alcanzar tu objetivo.

Las madres mexicanas, y sí, aquí me lleno de orgullo al enfatizar “mexicanas”, tenemos un don especial para hacer magia en la cocina. Esa magia que tantas veces me iluminó el alma y que aún me envuelve en un cálido abrazo cuando recuerdo la cocina de mi abue Leo.

Mientras cualquier otro podría abrir el refrigerador y decir con desánimo: -Sólo hay dos papas y un poco de jamón-, nosotras nos tomamos un momento para crear una idea ingeniosa en nuestra mente y entonces expresar con entusiasmo: -¡Perfecto! ¡Manos a la obra! Que aquí tenemos lo necesario para la cena de hoy-.

Y es justo en ese momento que la idea tomó forma en tu mente, cuando la magia empieza.

Esa actitud positiva, ese entusiasmo que parece fluir de la nada, ese no rendirse ante cualquier adversidad, no es un privilegio exclusivo de las madres mexicanas, ni tampoco es sólo de las mujeres. Es un don con el que hemos sido privilegiados los seres humanos en general. Y de nosotros depende usarlo adecuadamente o dejar que se oxide en nuestro interior.

Practica el ser positivo todos los días de tu vida. Siempre tienes esa opción. Busca el lado bueno, la lección, el milagro.

Sé positivo, sé agradecido, sé entusiasta. ¡Levanta la frente, confía en ti mismo y haz que cada día tenga magia!

Todos podemos hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos. Y una de las cosas más importantes que tenemos, son las creencias. Cuidemos entonces tener las creencias correctas acerca de nosotros mismos.

No existen personas incapaces, sólo estados de creencias que incapacitan a las personas.

Deja de pensar en las necesidades y enfócate en lo que tienes. Recuerda siempre que tienes la capacidad de crear cosas maravillosas. ¡Desarróllala!

Deja de quejarte por lo que te hace falta y agradece lo que tienes. El agradecimiento es el principal ingrediente para tener más y más cosas que agradecer.

Cuando tengas que hacer algo que te parezca complicado, no te enfoques en los obstáculos o las carencias que impiden hacerlo, en vez de eso, opta por preguntarte: -¿Cómo puedo hacer para lograrlo?- y ponle acción a tus ideas.

Todo lo que tu mente puede creer, lo puedes crear… pero la acción es necesaria.

¿Qué podrías preparar con un par de papas y un poco de jamón?

Piensa, imagina, crea… Crea magia todo el tiempo, incluso para la hora de cenar.