Primero que nada debemos entender las razones
por las que muchísimas mujeres toman la decisión de realizarse implantes mamarios: algunas de ellas son supervivientes de cáncer de mamas que pasaron por una mastectomía, algunas veces sencilla y otras doble; existen damas que por haber tenido un desarrollo tardío en su adolescencia tienen senos muy pequeños que les hacen sentir incómodas; en otros casos es la vanidad la que las lleva a desear el aumento de senos para verse mas sexys y atractivas, y por último encontramos a quienes no lo desean realmente pero que son co-dependientes de su pareja tóxica que literalmente las obliga a acceder para satisfacción personal del individuo.
El hecho de que una cirugía de esa clase sea electiva debería de ser motivo de despertar en quién se somete a ella una mayor curiosidad por informarse adecuadamente de los pros y los contras a los que se pueda enfrentar tras someterse a ese procedimiento.
En los últimos años se han presentado,
no miles, sino decenas de miles de mujeres que han visto afectada su salud después de haberse aumentado los senos. Cada vez son más los casos que están alarmando no sólo a los fabricantes de implantes sino a la comunidad médica.
Debido a la proliferación de casos que han conformado ya un nombre para los padecimientos señalados por dichas mujeres, Enfermedad del Implante Mamario, en los Estados Unidos Norteamericanos, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) ha creado un Comité para investigar la seguridad de los implantes mamarios.
Sin adentrarnos en la terminología médica y basándonos en los testimonios de miles de mujeres que han padecido los síntomas y malestares causados por sus implantes y que dan testimonio de la recuperación de su salud en forma sorprendente tras haberse sometido al retiro de los mismos de su cuerpo, consideramos importante dar a conocer esta delicada situación a fin de que se concientice a todas las interesadas en aumentarse los senos de los riesgos a los que pueden enfrentarse.
Las mujeres que deciden hacerse un aumento de senos deben tener una plática formal con su cirujano a fin de que les informe de los riesgos a los que se pueden ver expuestas, en primer lugar de los riesgos de la anestesia, de la posibilidad que existe de que una vez operadas, los implantes se encapsulen o se rompan o que la solución de la que están rellenos se trasmine, la posibilidad y riesgo de desarrollar cáncer relacionado a los implantes conocido como Linfoma Anaplástico de Células Grandes.
Lo más interesante respecto a este tema
es que las mujeres afectadas se han encontrado en las redes sociales, ya que los médicos a los que han acudido individualmente ignoran o desestiman que sean los implantes mamarios la causa de sus malestares y las someten a una serie de estudios clínicos, para finalmente ser diagnosticadas con alguna enfermedad autoinmune como Lupus, Scleroderma, Sjogren’s o Fibromialgia, y a partir de ese diagnóstico iniciar el peregrinaje por tratamientos paliativos que no alivian, porque se trata de enfermedades crónicas e incurables pero que son controladas a través de un sinnúmero de medicamentos que agregan a los malestares los efectos secundarios de los mismos.
Es de vital importancia considerar que los implantes tienen mas de 40 químicos tóxicos y muchos metales pesados como mercurio, plomo, cadmio, arsénico, platino, y otros. El cuerpo está recibiendo un objeto extraño y naturalmente reacciona a él tratando de descomponerlo, proceso que puede tardar en manifestarse hasta 8 años causando un malestar que no se debe ni ignorar ni confundir.
Para la comunidad médica no hay bases científicas que determinen que la causa sea la cirugía de aumento de senos, sin embargo son cientos de miles de testimonios del sufrimiento experimentado y del cambio favorable que se dio tras la explantación de sus implantes y demandan de las asociaciones correspondientes que se realicen estudios serios y científicos en este asunto para que se prevenga la Enfermedad de los Implantes Mamarios, a fin que evitar que otras mujeres pasen por el calvario que a ellas les tocó vivir.
Debido a que son múltiples los síntomas que alertan sobre el daño que se presentan tras los implantes mamarios y que pueden tardar años en manifestarse, es casi imposible determinar que son estos los verdaderos causantes de trastornos que se confunden con las enfermedades autoinmunes y por lo tanto invisibles a los ojos de los demás, lo que aumenta el conflicto de quienes las padecen por la falta de comprensión o credibilidad en las personas que las rodean.
Los síntomas más comunes son
agotamiento crónico, dolores musculares, dolor en las articulaciones, infecciones recurrentes, trastornos de la memoria, cambio dramático en el peso, ya sea pérdida o aumento, resequedad en la piel, ansiedad, insomnia, sudoraciones nocturnas, taquicardias, mal olor corporal, alteraciones hormonales, erupciones en la piel, hormigueo y entumecimiento en brazos y piernas, espasmos, fiebre, deshidratación, infecciones urinarias, sensibilidad a la luz, hinchazón de ojos, migrañas, inestabilidad emocional, angustia, problemas digestivos y un sinfín más de manifestaciones que por lo general se diagnostican como Artritis Reumatoide, Síndrome de Raynaud, Enfermedad de Graves, Tiroiditis de Hashimoto, Esclerodermia, Esclerosis Múltiple, Colitis Ulcerosa o Enfermedad de Crohn.
Los implantes mamarios afectan los sistemas metabólico, neurológico, endocrino, immune, digestivo y gastrointestinal y es algo que debe ser señalado a la paciente por parte del médico cirujano antes de someterla al procedimiento de aumento de senos.
Independientemente de los trastornos físicos por lo que atraviesan estas valientes mujeres que se han dado a la tarea de manifestar públicamente las consecuencias que han padecido por la errónea decisión de dejarse llevar por la vanidad, también han sufrido la incomprensión de las personas a su alrededor y la desestimación a sus reclamos por parte de la comunidad médica.
Sin embargo, la valentía que estas mujeres han demostrado es admirable y se han reunido a través de las redes sociales en diferentes Grupos que tienen como objetivo primordial la difusión de la información real y apropiada y cuya presión está comenzando a dar sus primeros pasos. La FDA, por un lado, ha creado el Comité de Investigación que mencionamos anteriormente mientras que la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos (BAAPS) ha tomado cartas en el asunto para que se realicen más investigaciones en el tema exigiendo que se alerte a las mujeres sobre esta condición a pesar de que algunos sectores de la comunidad médica se muestren escépticos asegurando que no se trata de una condición médica real ya que hay poca evidencia de que los síntomas mencionados estén ligados directamente a los implantes.
A pesar de lo anterior, algunas asociaciones de cirujanos plásticos han comenzado a recomendar que se oriente e informe sobre esta posibilidad a sus pacientes.
Son estas valientes mujeres dignas de reconocimiento ya que su lucha ha salvado la vida de muchas más y han abierto los ojos a otras para que se informen ampliamente sobre el tema.
Este articulo es un homenaje a esas mujeres que vencieron sus miedos, que se rescataron a sí mismas, que descubrieron en sus cuerpos la causa de sus enfermedades y tuvieron el coraje de someterse a una cirugía de explantación, confirmando, al recuperar su salud que fueron la causa real de sus padecimientos.
Mujeres que se han dado a la tarea de trasmitir con conocimiento de causa los múltiples recovecos que han descubierto y así no solo alertar a otras mujeres, sino a brindarles sitios en Internet en donde se pueden unir para encontrar apoyo, comprensión, orientación, afecto y amistad.
Quienes requieran una información más completa y encontrar testimonios reales, bien pueden buscar los diversos sitios en Internet o y tratar de unirse a los Grupos de Facebook, que por lo regular son cerrados y para acceder a ellos se debe solicitar el ingreso contestando un cuestionario que es indispensable para considerar la aprobación de las administradoras.
