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Era pasada de la media noche del martes 15 de marzo de 2022, había tenido una fuerte discusión con mi esposa, pero ninguno de los dos estaba preparado para lo que vendría después.


Nos acabamos de acostar tratamos de darnos las buenas noches a pesar de que todavía no se pasaba el disgusto, nos tapamos y apenas nos estábamos acomodando cuando se escucha que tocan 3 veces en la ventana toc, toc, toc.


En la recámara hay dos ventanas una da a un techo de la lavandería y colinda con la terraza de los vecinos, pero no fue ahí donde se escuchó, sino en la otra.


Nuestra recámara está en un segundo piso y la otra ventana no tiene en donde pararse, está a más de 3 metros del suelo y fue aquí en donde se escuchó toc, toc, toc.


Al principio tratamos de no darle importancia ya que hay noches que se escuchan las ráfagas de balazos, por las balaceras que se dan en la Riska (Lugar muy peligroso del sur de Monterrey), en lo alto de la colonia Independencia, aunque en algunas ocasiones se dan también con rumbo al Tecnológico o hacia el río Santa Catarina.


Ahí hubiera quedado si nada más se hubieran escuchado los tres toquidos, pero también se empezaron a escuchar ruidos en el clóset y en el ropero y se sintió una presencia que nos puso los pelos de punta.


¿Escuchaste? ¡Le pregunté a mi esposa a lo que me dijo que si y con voz temblorosa me dijo!¡tengo miedo!


Me iba a parar para checar la ventana y que se había metido, cuando un fuerte frío atravesó mi cuerpo, me dio escalofríos y no me pude mover, sentía que me observaban.


Empecé a sentir una fuerte presión en mi cuerpo, principalmente en el pecho y los ruidos se intensificaron como si estuvieran arrojando cosas.

¿Serán mis nervios? Me pregunté, sin poder tener una respuesta a mi pregunta, la recámara se sentía ahora muy fría y el miedo seguía creciendo.


Pensé que era un fantasma o espectro, pero también se me vino a la mente que tal vez alguien estaba haciendo algún trabajo de magia negra y nos había mandado el espíritu de un muerto o el mismo brujo había ido a hacer el trabajo.


Empecé a pedirle a Dios y a nuestro amado Maestro Jesús que me ayudará y nos cubriera con su divino manto.
Además, le pedí al Arcángel Miguel que me apoyará y me prestará su espada del rayo azul de protección, para poder defenderme.


Sentía que aquel ser me atacaba, no me dejaba mover, el frío era intenso, pero algo muy curioso sucedió cuando les pedí a Dios y a los Seres de Luz que me ayudarán, el cuarto se empezó a iluminar, cada vez más como haciéndose notar y disipando la oscuridad con la Luz.

La intensidad de la luz fue creciendo hasta iluminar todo el cuarto y pude sentir como aquel ser oscuro, fantasma o lo que haya sido dejaba de atacarme y se retiraba apresurado.


Pedí a Dios que protegiera a toda mi familia y mi casa, para que ese terrible ser oscuro que nos atacó ya no volviera más y que pusiera espejos alrededor de mi hogar para que se devolviera cualquier mal.


Así fue como pasamos esa noche, primero con miedo, terror y después con el amor y la protección de Dios.
Esta historia es real, sucedió en la madrugada del 23 de marzo del 2022 y está basada en el relato de uno de los participantes de los cuáles prefirieron quedar en el anonimato.

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