Uno de los más grandes misterios para el género masculino es tratar de entender qué es lo que pasa dentro del ser femenino: es para los hombres un verdadero dolor de cabeza intentar adivinar qué quieren las mujeres.
Y no es por desanimarlos en cuanto a sus buenas intenciones pero especificar un algo único que deseen las mujeres es verdaderamente imposible, podemos generalizar, pero limitar los anhelos femeninos a una sola área sería negar la intensidad del alma femenina.
Lo que las mujeres quieren depende del aspecto en que se enfoque la búsqueda de quien se interese en analizarlo, si se trata del punto del feminismo, este, a grandes rasgos señalaría el respeto a los derechos humanos, la búsqueda de la igualdad, paridad, respeto a derechos sexuales y reproductivos, erradicación de la violencia de género, entre otros.
Si pensamos en la cotidianeidad en el ámbito del hogar, lo que las mujeres quieren es que sus parejas las valoren, que reconozcan y correspondan las atenciones que reciben, que el esfuerzo de mantener un hogar en que ambos aportan economicamente sea en igualdad de responsabilidades también en cuanto al orden, el equilibrio, la limpieza y la educación de los hijos, quieren sentirse amadas, consentidas, quieren que la rutina no se imponga sobre el amor , el romance y la pasión.
En forma atávica la mujer se sabe co-partícipe del milagro de la creación desde el momento en que es capaz de dar vida a otro ser humano, es por ello que reclama íntimamente y en silencio el lugar que le corresponde en esa magia que es su ser, su inagotable capacidad de amar y de darse a sí misma en forma incondicional y absoluta.
La mujer, igualmente, es un mar inmenso de contradicciones, lo mismo puede tener una calma profunda que manifestarse con la intensidad de una tormenta ante las situaciones a las que se enfrente, así de enorme es su capacidad de ser y estar.
Lo que las mujeres quieren es que los hombres no pierdan nunca el interés por develar el misterio que hay detrás de su mirada, es que el encanto no se pierda y que el hechizo no se rompa, las mujeres quieren amar y ser amadas, quieren respeto y reconocimiento a su alrededor, quieren paz, protección y seguridad, quieren que la alegría no se diluya en la vorágine que representa el mundo moderno y que los valores no se pierdan.
Las mujeres quieren todo y nada, así de sencillo.