Hola, se que ya no quieres hablar pero en cualquier caso esto no es hablar. Pero en fin sólo quería contarte unas cosas y son las siguientes. Perdón por no poder olvidarte cómo lo pediste, ese día, pero tus recuerdos me aprisionan. Ellos ponen rejas en mi corazón para no ser sacados de ahí. Éstos últimos meses he estado pensando en que ya no debemos hablar pues aún sigo amándote y cada rincón de mí ser entristece al pensarte o siquiera al mirar una foto tuya. Los días se vuelven amargos al pensar en ése pasado. Ésos 3 años que pasamos en la secundaría, en los que según tus memorias no llegamos a ser amigos. Más yo recuerdo algo muy diferente, por lo que trataré esto desde tu lado. Esta parte es dedicada a ti Leslie. Mi primer amor, mi primera ilusión. Nuestra breve historia te la resumo en palabras. Ya no quiero llorar en el recuerdo de tu amor pues aunque tu me lo niegues se que también me amaste. Al menos durante uno de ésos 3 años.
Leslie déjame decirte que ése niño que tu conociste es el que vive dentro del cascarón del chico que tu conoces ahora.
Ése chico al que aún se le paraliza y oprime el corazón cuándo piensa en ti. Porque aún queda esa pizca de amor por ti. Recuerdas ése día en que te vestiste de catrina. Ése día yo quería contarte mi amor y poder darte el primer beso de esta ilusión llamada amor.
Recuerdas ése primer día que bailamos juntos agarrados de las manos, ahí yo quería sostener tu brazo por mas tiempo y besarte sin que me importara quiénes nos vieran. Sin que me importara si todo el salón estaba ahí.
Recuerdas el paseo al museo, yo quería estar junto a ti, todo ese día. Recuerdas el último día que nos miramos a los ojos. Ése día en que estábamos en cursos de matemáticas, yo quería decirte lo especial que eras para mi y que jamás te olvidaría, que no quería hacerlo.
Quería acompañarte a tu casa pero no fui capaz de hacerlo, no fui capaz de amarte, no tuve el valor para lograrlo, a pesar de que tuve muchas oportunidades para ello.
Éste chico tímido solo decidió no amarte. Por eso mis indiferencias durante tanto tiempo. Pero al separarse de ti no soportó el dolor de un gran amor en el interior de su corazón, el sentimiento mas grande y hermoso de todos había vuelto y demandaba tenerte.
En el momento en que te miraba llegar suspiraba… «ahí esta Leslie» me decía al verte bajar de ése carro blanco. El día se me pasaba mirándote. Mirando a esa hermosa niña que se sentaba a lado de mi, ésas miradas tu también me las regresabas pero con una sonrisa llena de ternura.
Ahora hemos dejado ésos juegos de niños atrás, en el pasado, son sólo sueños, fantasías. Y son estás: tu y yo solíamos vernos a los ojos y después de ello reírnos, solíamos planear viajes que haríamos después de la boda, solíamos darnos besos largos y abrazos igual o más largos. Solíamos hacernos bromas muy seguidamente, e incluso solías decirme que jamás me dejarías de amar y veme ahora aquí escribiéndote esto con amor y amargura.