En la serie por el título de la NBA se cumplió una de las historias favoritas de los aficionados a cualquier deporte: el triunfo de David sobre Goliat. Los Warriors de Golden State llegaron como los amplios favoritos a su quinta final consecutiva, hazaña que una generación no presenciaba, pues los últimos en lograrlo habían sido los Celtics de Boston en la década de los 60 del siglo pasado. Pero sus sueños de tricampeonato fueron sepultados en su propia casa por los Raptors de Toronto, una de las franquicias más jóvenes de la liga, a la que entraron hace 24 años.
Los Raptors no solo consiguieron su primer título en el circuito estadunidense de básquetbol profesional contra todos los pronósticos. También le dieron a Canadá un primer título de la NBA y rompieron una racha de 26 años de la ciudad de Toronto sin conquistar un certamen en las ligas de paga del deporte de Estados Unidos, desde la Serie Mundial del béisbol que ganaron los Azulejos en 1993.
Pero ¿en realidad en esta final de la NBA los Raptors eran los débiles del cuento y los Warriors el poderoso gigante a vencer? Porque en los seis juegos que necesitó Toronto para coronarse, Golden State lució en más de una ocasión como un gigante con los pies de barro. Éstas son algunas de las razones por las que el equipo canadiense derribó a la dinastía californiana.
- La ausencia de Kevin Durant. El alero estelar de los Warriors se lesionó desde la serie previa, contra los Trail Blazers de Portland, e hizo un esfuerzo heroico al regresar para apoyar a sus compañeros que ya perdían 1-3 la final. Sin embargo, en el juego cinco apenas duró en la duela 12 minutos y terminó por abandonar el partido al romperse el tendón de Áquiles.
- Las lesiones de unos diezmados Warriors. Además de Kevin Durant, Klay Thompson, un eficiente elemento en ofensiva y defensiva, no llegó al ciento por ciento de su forma física a la serie por el título y sufrió una dramática lesión en la rodilla en el juego seis, lo que acabó por derrumbar a los Warriors. Por si fuera poco, Andre Iguodala tampoco jugó en plenitud, mucho menos Demarcus Cousins, quien tras una lesión se reincorporó al equipo para las finales, pero muy lejos de su mejor nivel.
- Stephen Curry se quedó sin apoyo. Los Warriors se presentaron así como un debilitado Goliat y quedó claro que Curry no podía ganar solo, mucho menos sin Durant ni Thompson en la cancha. Tampoco el resto de sus compañeros lo ayudaron, pues aportaron mucho entusiasmo y pocos puntos. Ahora se ve como un acto monumental el que lograran dos victorias.
- La defensa de Toronto. Claro que los Raptors son los menos culpables ante las lesiones del rival. Nick Nurse, coach de Toronto, aplicó un esquema defensivo para asfixiar a Curry e incomodar al máximo al resto del ataque enemigo. Si los Warriors aun sin Durant lucían como un oponente de jerarquía, desde el primer encuentro Nurse les puso enfrente a la mejor defensa que ha encarado Golden State en sus cinco finales al hilo.
- Unos Raptors sedientos. Por el contrario, Toronto se metió a las finales con todos sus jugadores sanos y con el ímpetu físico y anímico para devorar a los Warriors. Kyle Lowry, Kawhi Leonard, Pascal Siakam, Marc Gasol, Fred Van Vleet y cuanto jugador envió el coach Nick Nurse a la duela jugaron por nota. Pocos errores y una personalidad que hizo ver pequeñas a las estrellas de los Warriors. Los Raptors se metieron a la final luego de levantarse de un 0-2 ante los Bucks. De hecho, ganaron ocho de sus últimos diez juegos.
- Kawhi Leonard en estado de gracia. Por segunda vez en su carrera ganó el premio al más valioso de unas finales de la NBA. Su postemporada fue de ensueño: anotó 732 puntos en estos play offs (tercer lugar en una misma postemporada, sólo superado por LeBron James y Michael Jordan) y promedió 28.5 puntos por juego. Trofeo en mano, demostró que el esfuerzo de la directiva de Toronto para vestirlo de Raptor fue el correcto.
Los Raptors, de este modo, eran en realidad un Goliat con piel de David, y con su inobjetable triunfo le dieron un toque refrescante a la NBA, que ya sumaba cuatro finales al hilo entre Warriors y Cleveland Cavaliers.